El domingo a las 18.15 juegan Boca-River el primero de los tres partidos por el torneo local y por octavos de final de la Libertadores previstos para este mes. ¿Qué hacen los jugadores para estar concentrados? ¿Qué escuchan? ¿Cómo se preparan?

¿Puede un futbolista rendir mejor en un superclásico si ejercita su mente? ¿Se pueden controlar los miedos y las ansiedades lógicas de un compromiso tan estresante? ¿Puede evitarse la sobreestimulación mediática de los días previos?

La respuesta a esas preguntas es una sola: sí, por supuesto. Y esa actividad es cada vez más frecuente dentro del ámbito del fútbol. Tanto Boca como River trabajan con psicólogos deportivos y con coachs mentales.

En referencia a esta trilogía inminente entre ambos rivales, canchallena.com indagó acerca de estas técnicas para entender cómo se prepara un superclásico desde lo mental.

El primer aspecto que entra en escena es cómo manejar la ansiedad. Desde que se confirmó la llave Boca-River en octavos de la Copa Libertadores hasta el primer duelo, por el torneo local del domingo, habrán pasado 16 días de inevitables opiniones, enfoques, análisis y titulares en diarios, radios y TV.

Sebastián Fossati, ex rugbier y coach deportivo y mental de varios deportistas profesionales, trabajó con el plantel de River durante la gestión de Ramón Díaz como entrenador. Actualmente, atiende de manera particular a Gabriel Mercado y Ariel Rojas y explica la modalidad de trabajo que empleó con ellos en su centro, no de manera casual llamado Tempo.

"Desde hace más de una semana, les estamos encargando ejercicios acá en el centro, o por mail, para bajar esa cantidad de ruido cerebral que pueda tener en la cabeza, que hace que los músculos se tensionen más, y su energía pueda estar más opaca. Si ese stress lo excede, el jugador se puede acalambrar en una práctica, o incluso desgarrar. El objetivo es que esté lo más liviano y equilibrado posible, porque si bien no va a dejar de pensar en el domingo, sí lo va a poder regular", resume Fossati.

Por ejemplo, el coach detalla: "Ayer hicimos un trabajo especial con Rojas y Mercado para analizar qué cosas de afuera nos pueden invadir y cómo podemos controlarlo, y llegamos a la conclusión que lo mejor era sacar el Twitter de sus teléfonos, tratar de evitar la televisión y los medios en general, si están manejando poner música y no programas deportivos de radio. En síntesis, de acá al domingo tenemos que estar muy conectados con el adentro y reducir lo perisférico. Porque si no escuchamos a nuestro cuerpo, seguramente el domingo haremos lo que podremos y no lo que queremos hacer. Y si te llaman de algún medio, tratar de balancear todo eso, para no ser irrespetuoso con el periodista, pero priorizarnos a nosotros como profesionales."

Otro aspecto fundamental es, según Fossati, la hidratación y el relax: "Les doy mucha agua porque desde la orina eliminamos muchas toxinas y tensiones, les aconsejo hacer relajaciones en sus casas, hacer un trabajo de una posición corporal invertida para que el cerebro tenga más oxígeno. Que escuchen mucha música armoniosa, porque si les ponemos Rocky se van directo al partido. Yo quiero que eso esté equilibrado. Y la música de Rocky puede servir poco antes del partido, en caso de que quieras tener más motivación de la que el partido mismo te da, pero siempre equilibrado, porque te podés pasar de rosca y es peligroso."

El coach también reconoce que son útiles los videos motivacionales, aunque siempre es importante qué mostrarle al jugador y en qué momento hacerlo, para que nunca se pierda el equilibro y el balance.
"El estrés está en el cerebro del jugador y se manifiesta de diversas maneras. Por ejemplo si está escuchando música y la cabeza se le va al partido, y empieza a presionarse con preguntas del estilo ¿qué pasa si me equivoco? o ¿cómo reacciono si la gente me putea?. Y entonces te salís de tu presente y proyectás un futuro que no sucedió", explica Fossati.

¿Cómo se evitan esas preguntas tan inevitables como incómodas? Con trabajos de relajación, yoga, osteopatía y armonizaciones, que le permita al futbolista llegar de la manera más liviana y fresca posible al desafío deportivo.

En un fútbol cada vez más profesional, la diferencia a veces puede estar en los más mínimos detalles. Y a eso apuntan los clubes a la hora de sumar al cuerpo técnico este tipo de experiencia.

Todo lo demás, depende del juego.

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