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Polémica que no tiene nombre

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Hace unos días nada más, los dirigentes de Nacional se quejaban de que los de Peñarol se metían en temas que no les incumbían al hablar de la cantidad de penales que le otorgaban al tricolor, contrastando con que el aurinegro es el único equipo al que en lo que va de la temporada no le habían sancionado ninguno a favor.

Se molestaron como ese niño que se termina llevando la pelota porque lo mandaron al arco. Como la gravedad indica que uno nunca debe escupir para arriba, hoy son precisamente esos dirigentes tricolores que se quejaron los que ahora se meten a opinar sobre los nombres de las tribunas de Peñarol.

Absolutamente desacertado. Que los hinchas aurinegros se expresen y digan si les gustan o no, está bien. En definitiva es una decisión interna de la institución. Que incluso los parciales tricolores se lo tomen con sorna también es atendible, pues en definitiva es la esencia del fútbol el burlarse del otro, siempre con ciertos límites. Pero que los dirigentes de Nacional se metan en un tema en el que nada tienen que ver por el hecho de justificar su defensa del decanato, es una desubicación que solo los deja expuestos.

El Análisis - DANIEL ROSA

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