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Los pibes tienen otra oportunidad

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Foto: Marcelo Bonjour

Arambarri, Pereiro y Báez quedaron afuera de la sub 20 anterior; ahora disfrutan la revancha y son titulares.

Tienen una nueva chance. Mauro Arambarri, Gastón Pereiro y Jaime Báez participaron del proceso anterior de la sub 20 que finalizó vicecampeón del mundo y terminaron viendo por televisión, desde sus casas y como hinchas. Ahora, lo verán desde adentro y como principales protagonistas en un equipo que los tiene como sus grandes figuras. Con la ilusión y ansiedad propia de tres chicos por jugar un torneo de esta magnitud, y con la experiencia de lo que transitaron en 2013, los juveniles celestes viven este Sudamericano con un gustito especial.

"No sé bien cómo definirlo. No lo siento como una revancha. Al menos yo no lo vivo así. Obviamente que cuando estuve citado en la preselección anterior tenía la ilusión de quedar en la lista definitiva, pero considero que las cosas se dieron así y está bien", reflexiona Jaime.

"Creo que es diferente. Es una situación muy distinta la de aquella selección y la nuestra también", agrega Mauro.

Los jugadores no guardan ningún tipo de frustración. Al contrario, como aclara Gastón, le ven el lado bueno: "Considero que lo que pasó nos sirvió mucho como experiencia para lo que estamos viviendo ahora. Nuestro momento es este, hay que pensarlo así, y tenemos que aprovecharlo".

Como anteriormente el jugador de Defensor Sporting explicaba, ellos se encontraban en una situación bien distinta. Hoy, cada uno es titular en su equipo y tienen encima una cantidad importante de partidos en la máxima categoría del fútbol local. "En aquella sub 20 jugábamos otro papel. Estábamos en formativas todavía y éramos más chicos que el resto. Por decirlo de alguna manera, éramos como el Rodrigo Amaral de esta generación", explica Pereiro.

Esos años menos también pesaban en el día a día: "Por ser más chicos de repente ocupábamos otro rol. Por lo menos en mi caso tenía un perfil mucho más bajo que ahora. Principalmente trataba de escuchar al resto y hacer lo mejor dentro de la cancha", destaca el jugador de Nacional.

"Aquella preparación, pese a que son entrenadores distintos, era bastante parecida a la de ahora. Nosotros dividíamos los días entre nuestros clubes y el Complejo Celeste y también hacíamos amistosos entre semana", dice Arambarri.

Ese grupo del cual formaron parte y que los tenía con menos nombre y en otro papel, hizo historia. Fue tercero en el Sudamericano de Argentina y terminó perdiendo la final del Mundial de Turquía por penales ante Francia. "Lo vivimos como hinchas a pesar de conocerlos a todos. No me puse a pensar mucho que de repente yo podía estar ahí, porque para mí en ese momento ellos eran los mejores. Yo lo creía así. Además, lo principal era alentarlos y darles para adelante", cuenta el goleador pedrense a Ovación.

"Obviamente habíamos hecho relación con ellos y a medida que iba a pasando el Mundial les mandaba mensajes de aliento", añade Mauro.

Días atrás, Fabián Coito dio la nómina definitiva y fijó los 23 hombres que a partir del miércoles defenderán a Uruguay en el Sudamericano. Al igual que ellos hace un par de años atrás, varios chicos que a lo largo de este año participaron de este proceso, verán el certamen desde afuera. "Cuando dan la lista, lo principal es bancar a los que quedaron desafectados. Hay que hacerles saber que uno está con ellos apoyándolos, que esto sigue y que van a tener su revancha. Es una situación que ningún jugador de fútbol quiere vivir", comenta el tricolor. Báez, por su parte, señala: "Es un momento muy difícil, seguramente lo más complicado que nos ha tocado vivir en esta selección. No sabés bien qué decir más que acompañarlos".

Mauro, Gastón y Jaime ahora lo vivirán desde adentro. Muchas veces se dice: "El fútbol da revancha". En este caso, no quedan dudas.

La ansiedad empuja... ¡quieren que arranque ya!

Ninguno de los tres puede ocultar su ansiedad; quieren que comience el Sudamericano. Las ganas se les nota en los ojos cada vez que se refieren al tema y se evidencian en una sonrisa cómplice. "¡Es divino todo esto! No aguanto más, quiero comenzar a jugar. Quiero que llegue ya el 15 de una vez por todas para enfrentarnos con Colombia y meternos de lleno en esto", destaca Báez. Por su parte, Pereiro destaca la oportunidad de jugar con mucha gente a favor: "Va a estar lindo. Nos dijeron que el Campus en Maldonado seguramente va a estar lleno, hasta las manos, así que va a ser increíble. Ya he jugado con el Parque o el Centenario lleno con Nacional, pero esto va a ser distinto, porque es la selección. Esperemos que salga todo bien".

Por su parte, Arambarri se sincera: "La verdad, estoy con muchísimas ganas. Hace bastante tiempo que vengo esperando esto. Desde que llegué a Montevideo, hace cinco años desde Salto, me fijé estar en una instancia de estas. Es un sueño para mí vestir la camiseta de la selección y teniendo la posibilidad de ser locales, va a ser mucho más lindo. Quiero disfrutarlo al máximo". Además, como otro condimento a favor, destacan que "el grupo está notable". "Lo podés ver acá cómo disfrutamos cada entrenamiento y la buena onda que hay entre todos los compañeros. Eso está buenísimo", dice Báez. Finalmente, pese a ser de los jugadores con más experiencia del plantel, expresan que no se consideran referentes. "Creo que nosotros hablamos, pero cosas normales dentro de un equipo de fútbol. Cuando tenemos que decir algo lo decimos sin ningún tipo de problemas, pero no es que estamos aconsejando ni nada por el estilo", destaca el centrodelantero.

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Foto: Marcelo Bonjour

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