TORNEO CLAUSURA

ENRIQUE ARRILLAGA

El momento de Peñarol ilusiona a toda su gente. El equipo sumó anoche su quinto triunfo al hilo en el Clausura y volvió a dormir como puntero de la Anual.

En una etapa clave del año, el carbonero creció y dejó atrás rumores y las presiones que rondaban alrededor de su entrenador. Muchos decían que el ciclo del “Memo” estaba cerrado debido a los malos resultados y que si no ganaba el próximo partido, se iba.

Tras empatar con Racing en Las Piedras, el carbonero no paró de ganar. Anoche venció a River Plate 1-0 y llegó a cinco victorias consecutivas con un saldo de nueve goles a favor y solamente dos en contra.

Pero como por si eso fuera poco, Peñarol hace de su estadio Campeón del Siglo una fortaleza. En lo que va de la temporada aún no conoce de derrotas en su cancha por el torneo local en 16 partidos disputados: 11 triunfos y cinco empates. Como hecho a destacar, en lo que va del Clausura, el equipo de Diego López jugó cinco en su casa, los ganó todos y solo le anotaron un gol.

Un equipo sólido que recuperó sus rasgos futbolísticos, esos que lo llevaron a quedarse con el Apertura, goza de buena salud y sobre todo, se ilusiona. Ahora Peñarol deberá afrontar el clásico frente a Nacional, su rival de todas las horas y retador principal en la lucha por el Uruguayo.

Anoche, el aurinegro sacó adelante otro partido de forma agónica, tal como había sucedido hace siete días y sumó tres puntos de oro que sirven para pelear por el Clausura y para pasar al frente en la Anual a la espera de lo que pase hoy con Nacional.

El campeón volvió a levantar la mano y dijo “presente” para seguir sumando e ilusionándose con el gran objetivo de Peñarol: el tricampeonato.