FUTURO

El 29 de octubre de 2019 será una fecha para recordar en la vida institucional y deportiva de Peñarol. Se trató del día en el que se hicieron los primeros movimientos de tierras de la futura Ciudad Deportiva.

Hasta el momento la realidad marca que ese primer paso dado está enmarcado en la construcción de dos canchas de fútbol que tienen la particularidad de que una de ellas será de césped natural y la otra de césped sintético con medidas oficiales de 105x68 metros cada una.

Las mismas serán utilizadas tanto por el plantel de Primera División como por las juveniles en caso de que así lo considere el área deportiva y serán las primeras de cara a las otras ocho que se harían a futuro.

De esas restantes, cinco serían de césped natural, dos de césped sintético y la otra también artificial, pero contando con la diferencia de que sería techada.

En esta primera instancia de construcción está previsto que las dos canchas sean inauguradas en el primer semestre de 2020 o en “otoño que viene”, como aseguró el dirigente Alejandro Ruibal, que fue uno de los presentes junto al presidente aurinegro Jorge Barrera, Rodolfo Catino y Evaristo González, además de varios funcionarios de la institución.

La inversión que se hará con los dos primeros campos de juego rondará los 1,5 millones de dólares que es fruto del “esfuerzo y trabajo del equipo presente, del Consejo Directivo y del aporte de aquella cena que realizamos para recolectar fondos”, sentenció el presidente Barrera.

Los 320 metros de frente con el que cuenta el predio, en el que ya se trabaja con una gran cantidad de máquinas, recibirá de esta manera a las dos canchas que estarán a escasos metros de distancia del Campeón del Siglo, ya que se encuentran en diagonal a la unión de las tribunas Cataldi y Damiani del escenario mirasol en el Camino Siete Cerros. “Va a tener un cerramiento, portón es acceso y zona de tránsito vehicular”, agregó Ruibal.

“Uno de los objetivos de esta dirigencia es la de tener una infraestructura acorde a lo que Peñarol significa en la historia de Uruguay y América. Por eso se inauguró el Centro de Alto Rendimiento y el Campeón del Siglo, que es un orgullo de los peñarolenses y de todos los uruguayos. Por eso hoy estamos inaugurando, con estos movimientos de tierra, lo que ha sido el anhelo de tantas generaciones: poder tener un master plan, una Ciudad Deportiva, que en pocos metros pueda tener el club no solamente la central deportiva, sino también su centro de gestión”, expresó el presidente aurinegro.

Está claro que este proyecto se enmarca mucho más allá del presente y de lo que pueda ocurrir el año que viene cuando las canchas estén terminadas. El gran objetivo mirasol pasa por dejar un legado mayor de cara a los juveniles y a los planteles de Primera División de las próximas temporadas. “Tener un centro donde podamos poner a todos juntos, tener concentraciones, que sea al lado del estadio y en un predio de 40 hectáreas es fundamental y es lo que queremos para Peñarol. El cambio de matriz que estamos llevando adelante con este gobierno -que no es de uno, sino de todos los consejeros de Peñarol- se ve reflejado con este tipo de trabajos y de emprendimientos que son costosos, pero importantes para el club”, aseguró el vicepresidente Rodolfo Catino.

“Es un empuje, sabemos las dificultades económicas que significa y el esfuerzo, pero tenemos que sentirnos orgullosos los peñarolenses porque todos queremos poner a nuestro club a primer nivel mundial y esto es una parte de esa etapa”, afirmó a su vez el secretario general del club, Evaristo González.

Se trata de un salto de calidad en muchos aspectos con un proyecto que se enmarca en la intención de que Peñarol crezca en lo institucional y también en lo deportivo, brindarle mejores condiciones todavía a los jugadores para trabajar y, como expresó antes de terminar Barrera, “mostrarle a los socios y a los hinchas que Peñarol está siendo cada vez más grande dentro y fuera de la cancha”.