MÉXICO

El 6 de diciembre de 2019, Paulo Pezzolano (37 años) fue presentado como entrenador de Pachuca. El “Papa” dejó Liverpool para embarcarse en un nuevo y prometedor desafío en México, país en el que en 2012 había tenido una corta experiencia como jugador del Necaxa.

Las metas estaban claras en la institución ya que ese día en el que el director técnico uruguayo fue anunciado, el presidente del Grupo Pachuca, Jesús Martínez Patiño, hizo públicos los objetivos: el equipo tendría que estar compuesto por el 50% de jóvenes surgidos en la institución, llegar a la Liguilla y ganar el campeonato mexicano.

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Y el cambio para Pezzolano fue notorio. Otra liga, otro fútbol, otro país y otro estilo de trabajo. “Pachuca es una institución seria que ve las cosas hacia el futuro, apuesta a la proyección, a la metodología y al ser humano antes de fijarse en resultados deportivos. Acá el trabajo del entrenador debe adaptarse a la estructura de un club gigante. Nosotros llegamos con Valentín Villazán —ayudante técnico— y Gonzalo Álvarez —preparador físico— y tuvimos que adaptarnos a la infraestructura, pero también ponerle nuestra impronta para que vean cómo trabajamos y creo que ese ida y vuelta llevó a las autoridades a renovarnos el contrato a pesar de que solo pudimos jugar 10 partidos en el torneo”, le contó a Ovación.

Es que desde su llegada al club para sustituir al argentino Martín Palermo de cara al Torneo Clausura 2020, el “Papa” sólo pudo dirigir 10 partidos en este certamen y otros cuatro en la Copa México ya que la actividad se suspendió por la pandemia de coronavirus.

El balance de Pezzolano hasta el momento es de cinco victorias, cuatro empates y cinco derrotas, pero en Pachuca lejos están de fijarse hoy en esa estadística: “Apuestan más al futuro, a generar un proceso, a promocionar jugadores formados en el club y a que toda la estructura de la institución se sienta cómoda. Si se logra eso ahí sí después empezarán a llegar los resultados, porque esto no es de un día para el otro”, explicó.

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Y para todo eso que contó el entrenador hay un punto clave: la gestión. A eso también se tuvo que adaptar el “Papa” en México ya que hoy está a cargo de mucha gente: “Acá la diferencia abismal está en la infraestructura. Este es un club enorme, tiene la Universidad del Fútbol que es un complejo deportivo que se ve en pocos países del mundo y hay muchos niños que ya viven acá para ir formándose dentro de la estructura de la institución. Otro punto importante es la cantidad de gente con la que trabajamos y debemos gestionar porque son parte del día a día, hay que escucharlos, ver qué piensan, cómo trabajan y sobre todo, hacerlos partícipe de esto porque todos hoy estamos en Pachuca y queremos lo mejor para el club, pero si el día de mañana no estamos, la institución debe seguir funcionando y eso fue algo de lo que apostamos en Liverpool por ejemplo: armar una estructura que incluya a todos los entrenadores y que el futuro del club no dependa de un nombre sino de un método de trabajo que se mantenga”.

Como muestra de todo esto, Pezzolano contó que “desde que llegué al club no paré de tener reuniones con todos los funcionarios, primero para conocerlos y después ver cómo desempeñaban su función porque acá la idea es que estemos todos bien y felices con lo que hacemos, pero también para que conocieran nuestro estilo de trabajo y por ahora estamos muy cómodos trabajando todos juntos”.

En esa línea, el entrenador remarcó que “es importante que el equipo juegue bien al fútbol, gane y logre resultados, pero más importante es gestionar bien, porque en mi caso si no gestiono bien, si la gente está disconforme y tiene algún problema quiere decir que yo estoy fallando como entrenador, por eso la clave es gestionar”.

Promover juveniles de la institución, ser parte de una estructura enorme, adaptarse a un método de trabajo y ponerle su impronta son algunas de las acciones que Paulo Pezzolano viene llevando a cabo en Pachuca, club que el 4 de julio anunció la renovación del contrato del uruguayo hasta 2022: “Eso nos dejó muy contentos y no hace más que obligarnos a seguir esta línea de trabajo que estamos llevando a cabo entre todos”, contó.

El 24 de julio volverá el fútbol azteca y ese será otro punto de partida, pero sin dejar de lado los pilares con los que el “Papa” se destaca en México para seguir creciendo como entrenador: liderazgo y gestión al servicio de un club gigante.