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Con menos partidos, Peñarol suma más puntos y goles en la Sudamericana que en el Apertura

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Los jugadores de Peñarol tras la victoria ante Nacional por Copa Sudamericana. Foto: Estefanía Leal.
ESTEFANIA_LEAL

AURINEGROS

El equipo de Mauricio Larriera ha mostrado, a lo largo de la temporada, dos rendimientos muy distintos en los dos torneos que disputa.

Cuando Peñarol comenzó el Torneo Apertura llegaba con siete partidos arriba, muy buenos rendimientos y una sola derrota lo que marcaba que el elenco mirasol podía ser -más allá de que es una necesidad en un club grande- uno de los protagonistas de la competencia en la que además busca volver a celebrar.

Tras 10 fechas disputadas los números indican otra cosa. El equipo se encuentra en la sexta posición, a seis del líder y aunque solo perdió el clásico tiene cinco partidos empatados que lo hicieron perder una gran cantidad de puntos.

Precisamente cuatro de esos cinco empates fueron en el primer tercio del certamen donde solo había conseguido un triunfo ante Boston River. El arranque era una antítesis de lo que había hecho en los primeros siete juegos de la temporada por la copa internacional y hasta por momentos se dudó de la continuidad de Mauricio Larriera al frente del equipo.

Está claro que en lo local a Peñarol le ha costado engranar y de hecho solo ha conseguido una vez encadenar dos victorias consecutivas. La derrota clásica fue un golpe duro que matizó, en parte, con el triunfo ante Cerrito, pero el andar irregular se hizo constante porque además se observaba en los propios 90’ con juegos en los que mostraba dos caras muy distintas de un tiempo al otro.

Es verdad que en varios encuentros no contó con piezas importantes como Giovanni González y Facundo Torres, pero el hecho de haber dejado por el camino 13 unidades de las 30 que disputó llevó a que el presente mirasol en lo local deje muchas dudas.

Qué sucederá a partir de este fin de semana hasta el cierre del Apertura es una incógnita, pero está claro que el aurinegro debe mejorar mucho lo que ha mostrado en el plano local, ya que más allá de que ganar todos los partidos es difícil, una racha positiva puede ilusionarlo.

A su vez, no se puede negar que por momentos tuvo pasajes de buen fútbol y que de hecho en dos de las victorias marcó cinco y cuatro goles, ante Boston River y Deportivo Maldonado, respectivamente, pero muchos se hacían la pregunta de qué había pasado con aquel Peñarol que sorprendía a América en el arranque de la temporada y fue precisamente eso lo que volvió a mostrar esa versión: regresar a la competencia internacional.

Velocidad, pelota al pie, presión, golazos. Todo eso que se había visto cuando Peñarol comenzó la temporada por Copa Sudamericana se replicó en el retorno de la competencia internacional para el mirasol.

Está claro que la clasificación no está sellada y que quedan 90’ donde todo puede suceder, pero no se puede negar que el partido hecho por Peñarol ante Nacional fue práticamente perfecto y siguió la línea de aquella goleada ante Sport Huancayo, el contundente triunfo ante Corinthians en Brasil y la clasificación cómoda, más allá de hacerlo en la última fecha, a los octavos de final.

Las bandas aurinegras fueron la mejor herramienta para hacer daño y así como lo habían dejado claro en la Primera Fase y en la fase de grupos, se volvió a notar en el juego de ida de los octavos de final.

Puede ser un aspecto psicológico o tal vez vinculado a la motivación, pero el aurinegro volvió a mostrar un gran rendimiento con el chip de la Copa Sudamericana. No hay que perder de vista que el mirasol había perdido con el mismo rival y en el mismo escenario por el torneo local, pero revirtió esa imagen con un juego que sin duda lo ilusiona con seguir en el certamen.

La prueba más clara del andar aurinegro en el certamen continental es que con un partido menos el elenco mirasol “sumó” tres puntos más que los conseguidos en el Torneo Apertura. Si uno le otorga tres puntos a cada victoria conseguida por Copa Sudamericana, hoy el elenco aurinegro tendría 20 unidades en nueve juegos cuando en lo local suma 17 en 10 cotejos.

A esto también hay que sumarle el poderío de goleo que mostraron los de Mauricio Larriera en el torneo de clubes sudamericano: en esos nueve choques sumó 23 goles, mientras que en la decena de juegos del Apertura marcó 14. En materia de goles recibidos, sufrió siete por Sudamericana y seis por el Apertura.

En la noche del jueves volvió a aparecer el Peñarol de la Sudamericana y es que así se lo puede definir a esta altura. Mostró una cara muy distinta a lo que se venía observando en lo local y mucho más similar a lo que había sido el inicio de la temporada. Eso sí, también significa una gran responsabilidad porque debe mantenerlo y porque además todavía le quedan 90’ donde no le regalarán nada.

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