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Parecido, no es lo mismo...

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Foto: Gerardo Pérez.

Peñarol

El aurinegro se probó ayer sin los Celestes: Martínez y “Maxi” cumplieron, pero no brillaron.

Foto: Gerardo Pérez.
Foto: Gerardo Pérez.

La preparación que comenzó a realizar esta semana la selección uruguaya de cara a la Copa del Mundo de Rusia dejó a Peñarol sin dos de sus piezas claves: Guillermo Varela y Cristian Rodríguez.

El lateral derecho fue el sector que, en principio, más preocupó al cuerpo técnico. Es que el sustituto natural de “Guille” es el “Chiche” Corujo, que viene de sufrir una lesión de rodilla que lo tendrá cerca de ocho meses afuera de las canchas. La idea era poner en ese sector a Giovanni González. El polifuncional ya conocía esa posición de su etapa en River Plate, pero no se recuperó en tiempo y forma de un desgarro y por eso Leonardo Ramos tuvo que improvisar.

El elegido para “dar una mano” en esa zona de la cancha fue Franco Martínez. El juvenil, ascendido por este cuerpo técnico, venía teniendo una activa participación en el plantel principal pero en su posición natural: como volante. Anoche tomó la posta y redondeó una aceptable actuación. Se enfocó en hacer lo más importante: marcar. Ante un tibio Boston River, lo resolvió sin problemas. En el debe le quedó la parte ofensiva. Casi no pasó al ataque. En ese sentido, la ausencia de Varela se hizo notoria.

Respecto a la falta del “Cebolla”, el DT volvió a tomar la misma decisión que cuando el lacacino estuvo con La Celeste de gira por China. Puso a “Maxi” en el doble cinco buscando conseguir las mismas armas que habitualmente le da el capitán: claridad en el juego, pelotas limpias y orden. En su momento, la “Fiera” se destacó cumpliendo esa función. Ayer jugó un partido aceptable, pero la realidad es que no brilló ni mucho menos. Apenas mostró unos chispazos de su calidad. En el inicio del complemento, Ramos le dio ingreso a Marcel Novick en la mitad del terreno y el rosarino volvió a ubicarse en el frente de ataque junto a Cristian Palacios. Sin embargo, su tarea en ofensiva duró muy poco porque a los 60 minutos se fue sustituido, rengueando y con algunos gestos de dolor.

Boston River apenas inquietó a Peñarol. Tal vez no fue el mejor termómetro para saber dónde está parado el aurinegro sin estos dos futbolistas. Lo que está claro es que el mirasol deberá acostumbrarse cuanto antes a no tenerlos porque aún le quedan compromisos claves que no solo pueden determinar el futuro del equipo en el Torneo Intermedio, sino también en la Tabla Anual. Atenas de San Carlos, Torque y Defensor Sporting son los tres rivales que ya están apuntados en su agenda.

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