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El "Pajarito" aprendió de Guillermo Rodríguez

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FUTBOL

El zaguero recordó la jugada del clásico del Clausura 2015-2016 en la que derribó a Sebastián Fernández, ese partido también lo jugó Valverde.

La jugada de Federico Valverde en la final de la Supercopa de España, disputada entre Real Madrid y Atlético de Madrid, sigue dando vueltas al mundo.

El “Pajarito” derribó a Álvaro Morata, que se había escapado en velocidad en un contragolpe de los dirigidos por Diego Simeone. Iban 115 minutos de juego de la final disputada en Arabia y ante la imposibilidad de detener al rival el volante uruguayo decidió cometer la infracción.

Vio la tarjeta roja, obvio, pero esa falta tuvo un valor impresionante porque permitió mantener la igualdad hasta el final y forzar la definición por penales en la que Real Madrid fue netamente superior y se quedó con la Supercopa de España.

Por estos lares, la jugada de Valverde recordó una casi idéntica: la de Guillermo Rodríguez en el clásico del torneo Clausura 2016. En aquella oportunidad el entonces zaguero aurinegro se tiró a los pies de Sebastián Fernández, que se iba solo hacia el arco defendido por Gastón Guruceaga, y lo derribó.

Fue también en un contragolpe de los tricolores que en ese momento ganaban por 2 a 1. Al igual que el “Pajarito”, Guillermo vio la roja a los 87’ y a pesar de estar con diez hombres, los aurinegros lograron empatar agónicamente gracias al gol que marcó de nuca Marcel Novick.

El empate, que no hubiera sido posible sin la falta de Rodríguez, permitió que el equipo dirigido entonces por el “Polilla” Jorge Da Silva mantuviera la punta de la tabla Anual y luego ganara el Campeonato Uruguayo.

En aquel clásico Valverde fue titular, aunque fue sustituido a los 75’ por Maximiliano Rodríguez. Vio la jugada de Guillermo desde el banco y parece, según lo del sábado en Arabia, que le quedó grabada.

JUGADAS. “Noooo, que va a haber aprendido de mí”, dijo a Ovación ayer Guillermo Rodríguez, quien terminó contrato en diciembre con Universitario de Perú y está de vuelta por el pago.

“No la vi la jugada. Viste que yo soy anticelular, antitelevisión, antitodo. Je. En estos días estoy disfrutando con mis hijos y con mi familia, ero me la comentaron, sí. Se ve que se le dio así, como a mí aquella vez. Son jugadas en que tenés muy poco tiempo para pensar qué hacer”, afirmó el zaguero.

“Para mí fue una falta normal, siempre lo tomé así; cuando la hice y ahora. Tenía sólo dos segundos para pensar y era lo único que podía hacer. Si lo dejaba definir a ‘Papelito’ en el mano a mano era muy difícil que Gastón (Guruceaga) se la pudiera tapar porque define muy bien”, continuó explicado Guillermo. “Me dio solamente para pensar eso y lo hice. Hoy haría lo mismo, más en un clásico, y fue porque era un clásico que repercutió tanto. Tuvimos la suerte de empatar y ese punto nos sirvió”, recordó. “Sin esa falta mía, el gol de Marcel no hubiera servido y lo mismo al revés. Si yo hacía la falta y perdíamos no estaríamos hablando de esto ni la jugada hubiera tenido tanta repercusión”, admitió quien compartió los primeros pasos de Federico Valverde en Peñarol. Y hoy no se sorprende del éxito del joven futbolista en Real Madrid.

Identica
Idéntica. Fue la acción de Guillermo Rodríguez en aquel clásico. Foto: archivo El País.

“Le está yendo muy bien y va a seguir creciendo. No me sorprende porque ya en aquellos momentos nos dábamos cuenta que tenía unas condiciones impresionantes. Es muy joven y va a seguir creciendo, más en el lugar en donde está”.

AFUERA. A pesar de la falta, Valverde fue distinguido como el mejor jugador de la final de la Supercopa, lo que sin duda se merecía por lo que fue su rendimiento en el juego. Distinto fue lo de Guillermo, a quien no se le renovó el contrato en Peñarol a pesar de la trascendencia que tuvo su participación en aquel clásico.

“Es una jugada que te puede salir bien o mal. Tenés que pensar muchas cosas en un segundo. A nosotros nos salió bien gracias al gol de Marcel (Novick) y a Valverde también porque Real Madrid se quedó con el trofeo”, aseguró Guillermo, a quien los hinchas de Peñarol reconocen más por aquella jugada que por haber salido Campeón Uruguayo en dos oportunidades con la aurinegra en el pecho o incluso por haber sido titular en la zaga carbonera en la final de la Copa Libertadores de 2011.

“Me recuerdan por eso sí, pero es así el fútbol. Además, a los uruguayos les gusta ese tipo de cosas. Y resaltó más porque era un clásico, porque pudimos mantener la punta de la Anual y porque después fuimos campeones. Había muchas cosas en juego”, reflexionó Guillermo.

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