DEFENSOR SPORTING
El asesor deportivo de los violetas consciente de la situación del club no aceptó cobrar su salario y tampoco fue al seguro de paro.
Nicolás Olivera, quien ejerce hace años el cargo de asesor deportivo del club y trabaja codo a codo con el gerente deportivo Fernando Fadeuille y con el vice presidente Andrés Fleurquin, renunció a cobrar el sueldo de marzo y por ende tampoco fue el seguro de paro como el resto de los funcionarios del club. Fue una iniciativa del propio ídolo violeta, debido a la difícil situación que atraviesa la institución por la pandemia del COVID-19, nadie se lo pidió.
"Renunció a todos sus ingresos del mes de marzo. Fue una iniciativa suya", le dijo a Ovación, el presidente del club Ney Castillo. Olivera no fue el único. También dos altos funcionarios administrativos tuvieron la misma actitud, pero pidieron que no se dieran a conocer sus nombres.
"Valoramos mucho la actitud de todo ellos. Y los funcionarios ganan mucho menos", dijo por su parte, el vicepresidente Andrés Fleurquin.
Seguramente oros funcionarios del club estarían dispuestos a tener la misma actitud que "Nico", pero no todos jugaron en Europa ni tienen su misma situación económica o tienen hijos a los que mantener.
"Esta situación es muy complicada. Y es global, iguala para abajo", reconoció el titular violeta. "Nosotros llegamos hasta abril, luego no podemos más. No sé como vamos a poder afrontar los gastos que tenemos. Tampoco cuando se reanude la actividad, si es que se reanuda. Los partidos de local dan pérdidas. Y eso que el Franzini, una cancha céntrica, que no tiene problemas de seguridad. Perdemos 100.000 pesos por cada partido de local. No se puede seguir organizando espectáculos a pérdida. Así no se puede seguir", dijo el muy preocupado Castillo.?
"Dependemos de la venta de un jugador y ni así sabemos si se va a poder cubrir todo este déficit. Necesitaríamos vender dos jugadores por año para hacer funcionar al club", afirmó el presidente. Y explicó que hay un "call center" funcionando en el club desde donde se llama a los socios para explicarles la situación y ver si pueden seguir pagando la cuota aunque no puedan utlizar las instalaciones del club, porque es la única forma de que ellos puedan seguir ayudando a los funcionarios.