La clasificación de Nacional ante el Corinthians es fácil de cuantificar en términos generales por lo que es el volumen institucional del poderoso club brasileño, puesto al espejo de la realidad económica de los del fútbol uruguayo.

JORGE SAVIA

Sin embargo, hay un parámetro para medir en forma más "matemática" ese paso: el presupuesto que insume mantener el plantel principal del Corinthians es del orden de los 8.000.000 de reales —2.300.000 dólares— por mes, mientras que el de Nacional es de unos US$ 600.000 mensuales; el 25%, o casi.

Por supuesto, en fútbol —se dice siempre— "dos más dos no son cuatro", y también es cierto aquello de que "en la cancha son once contra once y los de afuera son de palo"; pero el poderío económico es un arma para tener mayores posibilidades futbolísticas a través de la contratación de figuras más gravitantes.

El mérito de Nacional, pues, está en haber reducido esa brecha a nada, con un buen gasto de sus balas en el montaje de un equipo de perfil moderno, pero en esencia fiel a la identidad del primer club criollo: duro, compacto, solidario; a la uruguaya.

EL ANÁLISIS