FRANCIA 2019

La final del Mundial de fútbol femenino que este año se disputó en Francia no se trató solo de deporte: su éxito también sirvió para que jugadoras e hinchas reclamen igualdad salarial. Estos últimos aprovecharon el duelo decisivo para hacerlo desde las tribunas.

Finalizado el encuentro en el que Estados Unidos derrotó por 2-0 a Holanda para conquistar su segundo título mundial consecutivo, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se hizo presente en el campo de juego del Stade de Lyon para entregar los premios.

Fue en ese momento que los aficionados que se encontraban en las tribunas aprovecharon para cantar a coro "equal pay" (igualdad salarial), haciéndose escuchar en todo el estadio delante del dirigente.

El reclamo de igualdad salarial estuvo presente en el Mundial de fútbol femenino desde la previa. La actual ganadora del Balón de Oro y estrella de la última final de Champions League, la noruega Ada Hegerberg, anunció un mes antes del inicio del torneo que no participaría en protesta contra la brecha en los salarios.

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Pero el reclamo continuó hasta el final del torneo. La mejor jugadora del Mundial, la estadounidense Megan Rapinoe, minutos después de consagrarse campeona del mundo con la selección que capitanea, dijo en conferencia de prensa que "todas las jugadoras en este Mundial han dado el mayor espectáculo. Ahora la conversación nos tiene que llevar al siguiente nivel. ¿Qué viene ahora? ¿Cómo van a apoyarnos? Las mujeres, en todo el mundo, queremos continuar adelante".

"No se puede hacer nada más para impresionar. Hay que pasar a la etapa superior. Estamos listas para la igualdad salarial", reclamó Rapinoe.