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Catalogada como la ‘mujer más poderosa del fútbol’, Marina Granovskaia rompió esquemas con su increíble administración y poder de negociación en el Chelsea. La rusa llegó al equipo en el 2003 y en el 2014 se convirtió en la directora general de los ‘blues’, marcando historia en el fútbol mundial.

La ruso-canadiense estudió en la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad Estatal de Moscú y se graduó en 1997. Con 22 años de edad empezó a trabajar como asistente en la empresa petrolera de Roman Abramovich: Sibneft.

Cuando el magnate ruso compró el Chelsea en el 2003 le ofreció un cargo de asesora a a Granovskaia, quién se mudó a Londres inmediatamente para iniciar sus funciones. Tras varios años en el club, en el 2010, Marina se vuelve representante de Abramovich y apoyaba en las decisiones de la junta directiva.

Poco a poco empezó a escalar posiciones y en junio del 2013 paso a ser parte de la junta. Sus buenas ideas llamaron la atención y comenzó a tener poder decisión en el club. De esta manera, un año después Abramovich la convirtió en la directora general del equipo. Tras este ascenso, The Times la declaró como la mujer más poderosa del mundo fútbol.

Ella estuvo detrás de la renovación de Didier Drogba en 2009. Así como del regreso de José Mourihno al club inglés en el 2013. Además, lideró el millonario acuerdo el con Nike por 1.000 millones de euros en 2017. A estas acciones se suman la venta de Eden Hazard a cambio de 115 millones de euros y las incorporaciones de Kanté, Havertz y Werner que resultaron indispensables para el éxito continental de los ‘blues’, que ganaron la Champions League en la temporada 2021-22, justamente con gol de Havertz sobre el City.

Todo eso la llevó a ser elegida en el 2018 por la revista Forbes como la quinta mujer más poderosa del deporte. Y su más reciente premio ha sido el año pasado cuando la nombraron la ‘Mejor directora de Club en el fútbol europeo’ en los premios Golden Boy, destacando su increíble labor en la institución que llevó al equipo ‘Blue’ ganar sus dos primeras Champions League.

La gestión de Marina Granovskaia ha sido extraordinaria y será recordada por mucho tiempo. Su manejo en las oficinas, su gran habilidad en el trato con los futbolistas y el poder incorporar a los mejores futbolistas del mercado, le permitió abrirse camino a paso firme en un mundo dominado por hombres.