ITALIA
Tras el empate con el Salzburgo, desoyendo la orden del presidente Aurelio De Laurentiis, los futbolistas se retiraron a sus casas.
Napoli está viviendo una tormenta inédita e inesperada que amenaza con mover los cimientos del club o provocar un quiebre más grande. Lo que está ocurriendo tienes pocos antecedentes en la historia de la Serie A: los jugadores reaccionaron ante una determinación del presidente Aurelio De Laurentiis y realizaron un verdadero motín al abandonar la concentración anunciada por el titular del club.
La situación está muy tensa. El equipo no encuentra serenidad en los resultados y tampoco en las relaciones entre las autoridades y los futbolistas. El entrenador Carlo Ancelotti fue el único que regresó a la concentración de Castel Volturno (tras el empate con el Salzgurgo 1-1) porque los jugadores se amotinaron y regresaron para sus casas.
Los jugadores, que se contactaron con los respectivos abogados, no aprobaron la determinación del mandatario napolitano de concentrar hasta el domingo. A esta decisión De Laurentiis había llegado como consecuencia de los malos resultados obtenidos en el arranque de curso (en la Serie A marchan séptimos y no sumaban tan pocos puntos desde 2011).
Antes del paritdo con el Salzburgo, los futbolistas le anunciaron al entrenador y al hijo del presidente la decisión de no regresar a Castel Volturno, y cumplieron con ello.