EUROPA LEAGUE

El armenio no participará del juego entre Arsenal y Chelsea porque se disputará en Bakú, Azerbaiyán.

El armenio Henrich Mkhitaryan no participará de la final de la UEFA Europa League frente al Chelsea debido al conflicto político que viven Armenia y Azerbaiyán.

Ambos países protagonizaron un conflicto bélico entre 1988 y 1994, focalizado en la guerra del Alto Karabaj que acabó con la vida de decenas de miles de personas. Desde entonces las autoridades azeríes vetan la entrada en su país de la población armenia.

La final, al jugarse en la capital azerbaiyana (Bakú), hizo más complicada la presencia del mediocampista que jugó en Manchester United y Borussia Dortmund debido a que no se puede garantizar su seguridad ni la de su familia de manera especial cuando se instale en Bakú para el encuentro decisivo.

“Hemos analizado todas las opciones para que Micki forme parte del plantel, pero luego de discutirlo con él y con su familia, hemos decidido que no viajará a la final”. Así anunciaba el Arsenal, en su página oficial, una noticia que a algunos sorprendió, pero que ya se preveía.

“Hemos escrito a la UEFA expresando nuestra profunda preocupación por esta situación. Micki ha sido un jugador clave en nuestro camino hasta la final, por lo que es una gran pérdida para el equipo”, agregó el club.

De todas maneras, la UEFA se expresó y le otorgó la responsabilidad completa de la decisión al jugador, ya que recibió “garantías con respecto a la seguridad del jugador por parte de las más altas autoridades del país. Como resultado de estas garantías, se desarrolló y entregó al club un detallado plan de seguridad”. Pese al comunicado de la UEFA, Mkhitaryan no formará parte del plantel del Arsenal y aunque el propio entrenador lo lamentó, la decisión ya está tomada.

La situación no deja de ser especial y aunque se trate de un partido de fútbol, Mkhitaryan decidió no participar del mismo por la gravedad del conflicto que puede generar su presencia en Azerbaiyán incluso aunque la Cancillería azerbaiyana manifestó que “no hay que mezclar el fútbol y la política”.