Publicidad

5 medidas sin éxito en el fútbol

Compartir esta noticia

En menos de dos meses se van a cumplir 30 años de una medida que marcó por siempre los clásicos del fútbol uruguayo. El 6 de enero de 1987, Peñarol se coronaba Campeón en una final "extra" con Nacional, correspondiente al Uruguayo de la temporada 1986. Esa noche, ante 60.000 personas, las hinchadas fueron separadas por recomendación de la Policía.

Si no puede ver el interactivo, haga click aquí

Las barras bravas empezaban a dominar las tribunas y la violencia crecía año tras año.

La hinchada de Nacional ocupó la Colombes, y la de Peñarol la Ámsterdam, pero no sería siempre así. Fueron rotando de acuerdo con la localía de cada uno, hasta que otra vez el Ministerio del Interior intervino y decretó que "por temas se seguridad", la parcialidad aurinegra ocupase siempre la Ámsterdam, para controlar mejor el ingreso y salida de sus hinchas. Ya no hubo vuelta atrás. La victoria seguía siendo de los violentos, y cada medida que se tomó para combatirlos, fue infructuosa. Nada cambió.

Primero fue la separación de hinchadas, después se amplió la zona de exclusión, se pusieron vallados en los alrededores del Estadio Centenario, se prohibió la venta de entradas los días de clásico, después la venta en el propio escenario, y hasta se llegó a prohibir el ingreso a las tribunas con mates, termos y radios con pilas "grandes".

Hubo cacheos, estrictos controles de seguridad dentro y fuera del Centenario, pero la violencia siguió campeando en las tribunas, que pasaron a ser tierra de nadie, dominada por los barras y sus negocios que nada tienen que ver con el fútbol.

Hoy, se discute si se habilita o no la Tribuna Olímpica. Se polemiza sobre si la Policía debe o no entrar en un espectáculo masivo, cuando no debería ni discutirse, y se le sigue dando terreno a los violentos.

Se suceden los saqueos, los robos, las amenazas, la venta de droga, y el hincha, el buen hincha, paga los platos rotos y se aleja cada vez más de las canchas.

Las medidas, siguen sin tener efecto.

CLÁSICOJOSÉ MASTANDREA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad