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“Me insultó todo el partido”

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Dutour disputa la Segunda "B" Nacional con Rocha.

MATÍAS DUTOUR

El lateral izquierdo se sintió discriminado, dolido, e indignado con un hincha.

Cada vez que tocaba la pelota, escuchaba un insulto. Después, fueron varios, todos provenientes de la misma persona.

Matías Dutour no daba crédito. No podía entender lo que pasaba. Y se bloqueó. Se fue del partido, algo que nunca le había pasado. “Solo escuchaba los insultos y la discriminación de ese hincha, porque pude mirar a la tribuna y, como había poca gente, lo identifiqué. Me acerqué al tejido y le dije: ¿Qué estás haciendo? Como para que reaccionara, para que se diera cuenta lo que estaba haciendo, pero ni ahí. Siguió igual o peor con insultos discriminatorios, repudiables. Hasta se acercó Nicolás (Cordero), que había sido compañero mío en Nacional y ahora juega en Platense, para decirle que la cortara. Le hizo señas para que terminara... pero siguió. Me insultó desde que entré hasta que terminó el partido. Fue tremendo. Nunca me había pasado algo igual, me sacó... terminé pensando en cualquier cosa”, dice hoy mucho más indignado y dolido que el sábado, pero también mucho más fortalecido desde lo espiritual y lo anímico, porque desde que instaló el tema en Twitter solo recibió muestras de apoyo, aliento y adhesión, entre ellas, las del mismísimo Luis Suárez: “¡Hola Mati! No hagas caso a los mediocres que no saben el esfuerzo que hacés para cumplir tu sueño. Sos EJEMPLO DE SUPERACIÓN”, le escribió el goleador del Barcelona y la selección uruguaya en su cuenta oficial.

El tema ya estaba instalado. La bronca había pasado, pero el dolor no. “Por suerte estuve preparado para vivir un momento así. Mis padres me hablaron mucho cuando era chico, pero jamás imaginé que podía darse como se dio”, dice antes de empezar a entrenar con el plantel.

Es lunes. Y le han llovido mensajes de todo el mundo, algo que lo reconforta, pero Matías no quiere que otro pase por lo que él pasó. “Con el club estamos decididos a hacer la denuncia, no por Platense, por el hincha, para que esto cambie. Fue muy feo lo que me tocó vivir”, dice.

Tras el partido, tuvo la voz de aliento de todos. De sus compañeros y también de sus rivales, que se solidarizaron con su situación.

“Fui tentado a hablar con el juez. Porque los que ingresamos en el segundo tiempo, tenemos que ir a firmar el formulario al vestuario de los árbitros. Pero después pensé: ¿Qué le voy a decir? ¿No escuchó lo que me gritó el hincha todo el partido? ¿Para qué? Y al final no le dije nada, pero no solo lo escuché yo, los insultos se oían de todos lados, había poca gente en las tribunas y cualquiera podía escuchar lo que me gritaba ese hincha. No es nada contra el club, es para que no se pasen por alto estos temas. Hay que erradicar a esa gente de las tribunas”, dice.

En Rocha volvió a vivir. Libre de Nacional, regresó al pago, pero cuando el club no pudo competir oficialmente, pidió pasar para el Lavalleja local. “No quería dejar de jugar y me vino bien para continuar jugando al fútbol. Cuando Rocha volvió a afiliarse y a competir, pedí pase otra vez. Ahora estoy a préstamo del Lavalleja”, cuenta.

“¿Si extraño? Y sí... este es otro mundo. Yo ya me había acostumbrado a estar en Montevideo, vivía con dos amigos más en un apartamento, estaba habituado, pero esta es otra vida, mucho más tranquila. Estás a dos cuadras de distancia de todo”, explica.

Las horas fueron aliviando el dolor, la impotencia y la indignación. La seguidilla de tuits descargaron toda su bronca después del pitazo final. “Desde que entré hasta que salí fueron solo gritos discriminatorios! Uno no es una piedra, solo quiero jugar al fútbol”, escribió Matías el mismo sábado por la tarde.

El fin de semana, sin embargo, terminó por darle un abrazo al alma. “Hablé con mis padres, recibí muchos mensajes y muchas llamadas. Pude salir del pozo, pero por ahí otro en mi lugar no puede hacerlo y tira todo por la borda... deja el deporte... deja todo y se mete en la droga, yo que sé... Es un tema delicado”, dice con el corazón abierto.

Dejó el anonimato gracias a Álvaro Gutiérrez.

Matías Dutour tiene 22 años, y dejó el anonimato de las divisiones juveniles, cuando en agosto de 2014, Álvaro Gutiérrez lo ascendió al plantel principal de Nacional. Era un momento crítico porque se vivía una racha de lesiones y enfermedades tremenda. Matías lo recuerda perfectamente. “Me llegó la citación y no lo podía creer. Fue un momento único, yo estaba viviendo ya con unos amigos, habíamos alquilado un apartamento, ya había dejado la casona de juveniles (junto a la sede de la Av. 8 de Octubre) y estaba listo para dar el gran salto. Pero al año quedé libre y me vine para Rocha, donde está toda mi familia”, dice el lateral.

FIFA

Destacó su historia

“Por suerte, mis padres me prepararon para todo”, dice desde Rocha, su lugar en el mundo. “Nací en Rivera, pero de chico ya nos vinimos para acá”, agrega como forma de presentación Matías Dutour.

Matías nació con una malformación en su brazo izquierdo que lo obligó a usar una prótesis desde temprana edad. Pese a las dificultades y a un pronóstico adverso, jamás perdió la ilusión de convertirse en futbolista profesional, algo que con mucho sacrificio y talento pudo concretar en la temporada 2015, cuando debutó oficialmente en Rocha FC. Fue superando sus problemas físicos gracias a la Teletón y se convirtió en ejemplo de muchos.

De hecho, su historia de vida fue publicada en la página oficial de la FIFA, lo que permitió que trascendiera fronteras y se lo entrevistara de todas partes del mundo. Nunca imaginó vivir lo que vivió el sábado.

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