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Maximiliano Perg: un zaguero con altura

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Parque Rodó. Maximiliano Perg feliz en el Franzini: “En el club encontré una gran infraestructura y cosas muy lindas”. Foto: Leonardo Mainé.
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DEFENSOR SPORTING

El nuevo defensa violeta viene del Toluca: ayer debutó con el primer doble horario del año.

Maximiliano Perg entrenó ayer por primera vez en Defensor Sporting, tras haber firmado el miércoles el contrato que lo liga al club por un año.

Y debutó con el primer doble horario que cumplieron los violetas en la nueva temporada. Entrenó en el complejo Arsuaga y almorzó y descansó por primera vez en la concentración del estadio Franzini. Fue muy bien recibido por sus nuevos compañeros. Ignacio Laquintana, sanducero como él, le mostró las instalaciones y el “Coto” Correa, referente violeta si los hay, lo invitó a sentarse a su mesa.

“Me recibieron espectacular. Sin palabras. Con algunos chistes. ‘Nacho’ Laquintana, que es de Paysandú como yo, es el que me explica y me ayuda en todo. En este club hay que adaptarse rápido. Me han dicho que el grupo es muy bueno y se nota. Además, acá no hay mucha diferencia con los clubes grandes. Estoy muy satisfecho con mis compañeros, y con la gente de la cocina, almorcé riquísimo. Y el ‘Coto’ (Correa) me invitó a sentarme en su mesa y charlar. Fui muy bien recibido por todos”, contó Perg en el Franzini.

“Estoy muy contento de llegar a este club. Estoy feliz de volver a tener rodaje y de regresar al fútbol uruguayo que se extraña y mucho. Vengo a aportar mis granitos de arena”, afirmó el defensa, quien le está muy agradecido a su nuevo representante Nelson Ferro y al “Polilla” Da Silva, con quien ya había trabajado en su pasaje por Peñarol y dio el visto bueno para su incorporación. Es más, Perg también había llegado a Peñarol, desde Fénix, de la mano de Da Silva.

MÉXICO. Tras su salida de Peñarol, Perg estuvo una temporada en el Toluca de México. “Me sirvió mucho. El técnico argentino Hernán Cristante me ayudó mucho. Y me dio muchas oportunidades para jugar. Jugué más del doble de los partidos”, relató quien estaba en el equipo mexicano a préstamo con opción, pero según dijo por unos malentendidos con la gente que lo manejaba antes no pudo quedarse.

“En Toluca es difícil jugar, pero me adapté rápido al fútbol mexicano. Llegué y a los tres días jugué un partido de copa. Me tuve que adaptar rápido a la altura y al juego. En el segundo semestre me acomodé más y jugué mucho. Toda la copa y catorce partidos de Liga. Allá el desgaste físico es grande porque tenés muchos partidos con viajes y diferentes alturas. Hay poco tiempo para recuperarse. Igual llegamos a la final de las dos cosas, lo malo fue que perdimos las dos”, admitió.

Defensor Sporting debutará en la primera fase de la Copa Libertadores el próximo 23 de enero frente a Bolívar en la altura de La Paz. Perg se había acostumbrado a la altura mexicana, pero regresó a Uruguay hace seis meses.

“Por un lado puede ser una ventaja, aunque La Paz es mucho más alto que Toluca, pero además creo que mi organismo ya volvió a acostumbrarse al nivel del mar. Estoy bien porque nunca dejé de entrenar, aunque no es lo mismo que jugar. Estuve moviéndome con un profesor y jugué algún partidito que otro, pero no es lo mismo que entrenar en un equipo y tener actividad. Me doy cuenta que todavía me falta. Hoy fue recién el primer día y me tengo que acostumbrar a lo que es Defensor Sporting y a lo que juegan. El tema es que hay poco tiempo. Por eso hay que hacer el esfuerzo y no dejar de entrenar nunca. Hay que seguir adelante y no estoy en condiciones de tomarme ni siquiera media hora de descanso. Tengo que darle con todo para adelante, porque por más que me haya comido un garrón en estos seis meses pasados, tengo que volver a ser el jugador que era antes, o mejor aún”, enfatizó.

Paternidad: Pía Angelina con la violeta bajo el brazo.

Antonella, la pareja de Perg, está embarazada de cinco meses y medio, esperando a Pía Angelina, la primera hija de ambos.

La que está loca de la vida en Paysandú es María Osvaldina, la abuela del futbolista. “Ella fue, es y seguirá siendo mi segunda madre. Tuvo mucho que ver en mi infancia. Mis padres trabajaban todo el día para traer el pan a la mesa y mi abuela era la que me cuidaba y me llevaba a las prácticas de baby fútbol. Ella me educó bien”, relató el zaguero.

Fue también María Osvaldina quien le enseñó a hacer su plato favorito: tallarines con tuco, especialidad que Maximiliano repite bastante.

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