ARGENTINA

El presidente argentino dijo encontrarse "frustrado" por lo ocurrido en la final de la Copa Libertadores y acusó: "Ven como una conducta razonable tirar piedras, agredir y claramente eso no es aceptable bajo ningún concepto".

Mauricio Macri confesó estar muy triste por lo ocurrido el sábado en el Monumental. "Una vez más la violencia ha ganado espacio, pero frente a esto no nos queda otra que persistir, rechazar a los violentos, a las mafias que muchas veces están detrás de este tipo de violencia", dijo el presidente de Argentina, acompañado por la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, y por el ministro de Justicia, Germán Garavano.

El motivo de la conferencia de prensa fue el anuncio del ingreso de un proyecto de ley a la Extraordinaria con el objetivo de endurecer las penas contra los violentos. Y desde ese plano fue muy crítico con la sociedad y también con la actuación de jueces que "dejan libres" a quienes cometen actos de violencia en espectáculos futbolísticos.

"(En la Justicia) hacen una investigación durante me dicen meses. Dan con uno de los jefes de la barra brava de River. Con las pruebas que tienen, el juez permitió que se allane la casa de este señor. Se encuentran (70) millones de pesos y 300 entradas que a todas luces parecía y terminaron siendo que eran reales y no falsas. ¿Y cómo él va a tipificar el tema como contravención y a soltar a este señor que ahora es uno de los principales junto a los barras que no pudieron hoy a la cancha apuntados como los que organizaron esta agresión? Necesitamos que los jueces, los fiscales, las fuerzas de la seguridad y los ciudadanos trabajemos en conjunto para terminar con la violencia. No me voy a resignar".

El proyecto de Ley, según exlicó Bullrich, lo que hace es "tipificar no como contravención sino como delitos penales todas las conductas violentas que se realizan en el marco de un estadio de fútbol. Lo que hace es alejar, en lugares previamente determinados, a todas las personas que tienen prohibición de entrada a los estadios. En este caso, si la ley se hubiera votado, los 300 barras en vez de estar en los alrededores de la cancha, hubieran estado con tres horas de anticipación en comisarías o en predios habilitados especialmente para presentarse antes de los partidos".