CHAMPIONS LEAGUE

En tiempo de descuento, Raheem Sterling marcó lo que era el 5-3, pero se lo anularon por una posición adelantada muy confusa y con el 4-3 clasificó el equipo londinense, que había ganado 1-0 en la ida.

Una vez más fracasó el Manchester City. Los millones se le quemaron nuevamente a la hora de alcanzar su objetivo de ganar la Champions League, en la cual ni siquiera pudo llegar a semifinales. Tottenham, que había ganado 1-0 en la ida, se llevó la clasificación pese a perder 4-3 con mucha polémica.

En 11 minutos se anotaron cuatro goles: Raheem Sterling adelantó al City, Tottenham lo dio vuelta con doblete de Son Heung-Min y Bernardo Silva puso el 2-2. Y por si fuera poco, Sterling marcó el 3-2 a los 21'. ¡Par-ti-da-zo!

Luego vino la calma, que le dio paso a la ilusión del City con el gol de Sergio Agüero a los 59'. El 4-2 le daba la clasificación al equipo de Pep Guardiola, pero faltaban las polémicas que favorecerían todas a Tottenham.

Primero el gol de Fernando Llorente para el 4-3. Centro desde la izquierda, el balón le dio levemente en el codo (que tenía recogido) del brazo derecho y luego en el muslo, con el que desvió el balón para vencer a Hugo Lloris. Hubo VAR, pero correctamente el árbitro dio el gol.

El City se volcó con todo al ataque en busca del gol de la clasificación y en el tercer minuto de descuento lo encontró, pero a instancias del VAR se anuló. ¿Qué pasó? Un defensa pasó el balón atrás y en el camino lo tocó un jugador del City. Agüero, que partió en posición adelantada, lo tomó, hablilitó a Sterling y éste convirtió. Sin embargo, tras revisar la jugada se marcó el offside del delantero argentino cuando tomó el balón.

El reglamento dice que un jugador incurrirá en infracción de offside "en el momento en que el balón es tocado o jugado por uno de sus compañeros". Si bien el pase atrás lo dio un rival, hay un toque de un jugador del City cuando Agüero pica adelantado.

Lo concreto es que, con polémicas incluidas, Tottenham es semifinalista de la Champions con el gran mérito de haber conseguido la clasificación sin su estrella, Harry Kane, quien salió lesionado en el partido anterior. Y el City con todos sus millones (y Pep Guardiola como entrenador) quedó una vez más por el camino.