Cuando Román vio el lujo, agarró la pelota con las manos y detuvo el partido para aplaudirlo. Una perla durante la despedida de Battaglia.
Fue una noche de pura alegría. Y entre abrazos, goles y gritos, quedaron perlitas y lujos de las glorias "Xeneizes" que generaron la explosión de los miles de hinchas en La Bombonera. Pero la mejor, sin dudas, fue el caño de Palermo a Cagna, que provocó una inesperada reacción de Riquelme. Es que, luego del lujo, a Román le cayó la pelota en los pies y, en vez de seguir, la agarró con las manos, detuvo el partido y celebró el lujo del delantero, que luego bromeó con Cagna.
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