FÚTBOL

El gol de Bruno Martín Correa ya en tiempo de adición le dio aire a un Liverpool que lo precisará esta noche. A partir de la hora 21.30 de Uruguay (ESPN 2), visita a Universidad Católica en el Estadio Atahualpa de Quito, a 2.850 metros sobre el nivel del mar, en un partido que promete ser atractivo y parejo por la Copa Libertadores.

Es que con ese tanto (2-1), el equipo de la “Cuchilla” viajó a Quito sabiendo que un empate lo depositará en la segunda fase de la Copa Libertadores. Incluso, Liverpool se puede meter en la siguiente instancia si pierde 1-2 (ganando en la tanda de penales). Obviamente que perdiendo solamente 1-0 quedará por el camino ya que no anotaría un gol de visitante, mientras que todos los triunfos le darán la anhelada clasificación, que a su vez le entregará a los negriazules mucho dinero.

En caso de avanzar, los conducidos por Marcelo Méndez se enfrentarán al difícil Libertad de Paraguay.

Los negriazules no pierden hace 12 partidos contabilizando todas las competencias. La última derrota fue contra Wanderers, por el Intermedio, por 3 a 2 el pasado 30 de noviembre de 2020. Desde ese momento Liverpool sumó ocho triunfos y cuatro empates.

Liverpool ha demostrado una evolución en su juego y tiene claro a lo que juega, con extremos habilidosos y un centrodelantero como Juan Ignacio Ramírez que atraviesa un momento sensacional.

Hay que ver cómo repercute el cansancio, ya que el equipo de la “Cuchilla” viene de encuentros sumamente exigentes; sin ir más lejos el del viernes pasado contra Peñarol, que finalizó 1-1 y que le permitió continuar como líder del Torneo Clausura.

Además, hay muchos jóvenes del plantel que nunca han jugado en la altura, pero todos ellos han demostrado tener un buen estado físico.

Liverpool pretende seguir con su buena racha en Ecuador y pasar la primera fase de Libertadores, algo que sería casi que histórico para un equipo uruguayo desde que se instaló este régimen en la copa de clubes más prestigiosa de clubes. Los de Méndez van por todo y para ello necesitan hacer un partido inteligente.