EN BELVEDERE

El partido entre Liverpool y Progreso se puede dividir perfectamente en varias partes para poder explicar un empate que fue justo y que mantuvo la tensión hasta el último minuto.

La primera de ellas se vivió desde el inicio del juego hasta los 20u2019. En ese tramo llegó el gol de Liverpool, tras una gran definición de Figueredo que tomó una pelota suelta dentro del área, y perfectamente podrían haber llegado uno o dos más si no hubiera sido por Nicola Pérez.

Entre los 20u2019 y los 40u2019, Progreso emparejó el trámite, contó con una chance clara de Rosso y un remate de Fernández que pasó cerca.

Pero todo cambió para la tercera parte del encuentro: desde los 41u2019 hasta el final del mismo, Liverpool sufrió la tonta expulsión de Federico Pereira y Progreso se motivó y de hecho Alex Silva estuvo cerca de poner el empate.

El inicio del segundo tiempo marcó lo que fue la cuarta parte del encuentro: Liverpool haciendo lo posible para atacar y Progreso yendo sobre el arco de Lentinelly con más corazón que fútbol.

Con Alan Medina replegado en el lateral derecho y Agustín Dávila muy solo en el ataque, el negriazul sufría las llegadas de un Progreso que empezó a jugar mejor con el ingreso de Rodrigo Viega.

Tanto fue al ataque el equipo de Rocco que terminó encontrando el gol del empate. Un centro que llegó al segundo palo y que encontró a Nahuel Roldán que puso de cabeza el tanto del 1-1 que fue el resultado de final.

De todas maneras, estuvo cerca de no serlo ya que un remate del chileno Jara, que terminó pegando en el palo, y un mano a mano de Emiliano Alfaro en el que el delantero no pudo definir, perfectamente podrían haber valido el 2-1 o el 1-2.

No se concretó y por eso el juego terminó en empate, un empate que es poco premio para cualquiera de los dos.