Miguel Murillo fue la primera apuesta de Da Silva para reforzar el ataque aurinegro y el colombiano está respondiendo.

Apenas firmó Jorge Da Silva, se reunió con Juan Ahuntchain, el director deportivo de Peñarol. Había varios temas que solucionar, entre ellos, los refuerzos que pretendía el nuevo entrenador después de ver y conocer al plantel que le esperaba en Los Aromos.

La sorpresiva salida de Marcelo Zalayeta ambientó un pedido muy especial del "Polilla": "necesito un nueve de área, corpulento, que tenga peso y que complique a los defensas rivales".

Cuando Ahuntchain le preguntó al "Polilla" si tenía algún nombre en carpeta, el entrenador no demoró ni diez segundos en responder: "el colombiano Murillo".

Ese fue el primer pedido de Da Silva. Y se fue sigilosamente en busca de los goles del delantero colombiano que se sabía, no tenía minutos en el Deportivo Cali.

Buen físico, gran porte, potencia, velocidad, redondeaban el perfil que pretendía el "Polilla". Y los dirigentes hicieron el esfuerzo en contratarlo, porque cuando ya se había empezado a negociar, "saltó" el nombre y los colombianos pulsearon un poco más.

Pero Murillo llegó. Y hasta ahora, le rindió una enormidad al aurinegro. No sólo por sus goles, sino también haciendo muy bien el poste de espaldas al arco y hasta generando situaciones de gol.

El "Polilla" sabía lo que pedía. Fue el primero en su lista.

PEÑAROLJOSÉ MASTANDREA