COPA LIBERTADORES

El conjunto argentino igualó sin goles ante Libertad, en Paraguay, y pese a que jugó desde el primer tiempo con diez hombres logró la clasificación junto al "Gumarelo".

LA NACIÓN / GDA

Atlético Tucumán rescató un empate sin goles en su visita a Libertad, de Paraguay y se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores de América. El Decano necesitaba sumar al menos un punto en su excursión a Asunción y con este 0-0 se aseguró el segundo puesto, detrás de Libertad, y por delante de Peñarol. Y se convirtió en el cuarto argentino en la llave eliminatoria de la Copa, junto Boca, River y Racing.

La historia reciente de Atlético Tucumán está plagada de sufrimientos. El raid en Ecuador para jugar con El Nacional un partido en el que debió interceder el entonces embajador argentino Luis Juez es uno de esos episodios épicos. Cuando ayer, a cinco minutos del final del primer tiempo, el arquero Alejandro Sánchez se fue expulsado por una fuerte falta a Antonio Bareiro. muchos recordaron aquellas imágenes. Los tucumanos debían jugar con un hombre menos. Y con su ¡cuarto arquero! bajo los tres palos. Sí, porque no estaban ni Augusto Batalla ni Christian Lucchetti (ambos lesionados) en el banco de suplentes, sino el juvenil Franco Pizzicanella.

Disminuido en cantidad de jugadores, Atlético no menguó en el esfuerzo. Cedió la iniciativa a Libertad, pero no sufrió. Apenas un cabezazo de Bareiro fue todo lo que creó el local para intentar quedarse con el partido. Fue en el segundo tiempo. Los tucumanos ya sabían que su trabajo era no recibir goles: en Montevideo, Peñarol le ganaba -como estaba previsto- a The Strongest. Los uruguayos, sin embargo, precisaban una victoria de Libertad para seguir en la Libertadores. Atlético, que al promediar esta fase estaba más afuera que adentro de la Copa, se aferró a su ilusión y sigue adelante.