Dicen que no hay que jugar "antes" los clásicos. Dicen que primero está el rival de turno, y después llegará la hora para pensar en el rival de todos los tiempos. Dicen que no hay que guararse nada, que no se puede llegar al clásico con una derrota, y que hay que sumar. También dicen que todos los partidos valen tres puntos....

Dicen, pero los hechos demuestran lo contrario. Siempre ha sido así. No hubo ningún entrenador que no pensara en el clásico desde el mismo momento que salió sorteado el fixture. Y no hubo, a lo largo de la historia, un solo jugador que no se cuidara para poder llegar cien por ciento al partido más importante del fútbol uruguayo.

Todos, técnicos y futbolistas, quieren jugar el clásico con lo mejor. No se puede dar ventaja, dicen. Y esa parece ser una de las premisas que tienen los entrenadores de Nacional y Peñarol de cara al encuentro clásico del próximo miércoles, porque tanto Martín Lasarte como Leonardo Ramos, cuidarán a sus figuras, velarán por sus tesoros más preciados, para poderlos lucir en el partido más importante del Torneo Apertura.

Este Nacional ya rotó. Ya cambió nombres en varios partidos. Lasarte mantuvo una estructura (seis, siete titulares) y después manejó las variantes buscando el descanso de los futbolistas con mayor desgaste, con más trajín. Y hoy lo volverá a hacer, pero también pensando en el clásico.

Lasarte no pondrá en cancha a Alfonso Espino, ni a Rodrigo Aguirre (tiene cuatro amarillas y no pudo lograr la quinta en el partido ante River Plate) y tampoco tendrá en el once titular a Kevin Ramírez, una de las figuras en ofensiva del equipo, pero viene de una lesión muscular, y se prefiere cuidarlo de cara al próximo miércoles.

Pero no serán los únicos ausentes. El "Colo" Santiago Romero, con fractura en tabique nasal, también será reservado para el juego ante los aurinegros. Jugador clásico, además.

Y del otro lado, Leo Ramos tampoco anduvo con vueltas. De hecho, no estará en el once titular el "Cebolla" Cristian Rodríguez, con enorme trajín en la doble etapa de la Eliminatoria con Uruguay, ni el paraguayo Iván Villalba, una de las piezas más importantes que tiene Peñarol en la defensa.

No serán los únicos reservados por el entrenador, que tendrá su debut clásico el miércoles. Tampoco irá como titular Lucas Cavallini (tiene cuatro tarjetas amarillas acumuladas) y será difícil que sume minutos, a no ser que sea necesario en el trámite ante Sud América.

El clásico, se empezó a jugar "antes" de tiempo. En Los Céspedes y en Los Aromos, en la planificación de los entrenadores, en la conformación de los equipos, en la evaluación del día a día.

Dicen que los partidos hay que jugarlos. Que no hay que adelantarse al clásico, que hay que dejar todo en la cancha, que todos valen tres puntos y suman por igual en la tabla de posiciones.

Dicen, pero la realidad es otra muy diferente. El clásico se vive y se juega mucho antes de la fecha fijada.

Y ni Lasarte ni Ramos son la excepción a la regla. Cada uno con lo suyo, cada cual con su estilo, buscaron preservar a sus "joyas" para el miércoles. Las guardaron bajo llave y las pondrán en cancha cuando pite el árbitro.

CLÁSICO