El entrenador tricolor se preguntó tras el empate: “¿Qué nos pasa a los uruguayos? ¿Nos comimos un Barcelona?”

Por disposición de la Conmebol, Martín Lasarte tuvo que ver el partido con camisa y saco sport en los casi 30 grados y la humedad de Maracaibo. "Nos obligaron a tener algo arriba de la camisa (color claro) y estuvo bravo", dijo el entrenador tricolor.

Casi que en caliente (literalmente) y a minutos de haber terminado el encuentro en el "Pachencho" Romero, el técnico tricolor analizó lo ocurrido: "Nos preguntan por el famoso tema de arriesgar, pero hay muchas cosas que nunca se saben: la cantidad de kilos que los jugadores perdieron hoy, el viaje tremendo que tuvimos, el partido que habíamos jugado el sábado, Rodrigo (Aguirre) que volvió a jugar hoy (por anoche), los cambios que hicimos, las bajas y demás".

Respecto al juego del equipo, Lasarte se quedó con "la sensación de que en la segunda parte estuvimos mejor porque al principio nos costó y luego mejoramos, pero en el complemento recuperamos el control y a pesar de que el ingreso de Palmezano nos complicó, ellos no tuvieron tantas chances de gol. Me parece que el empate es justo y no es que no queríamos más, porque nos hubiese encantado ganar, pero dadas todas las circunstancias lo asumimos como lo que fue".

El equipo tricolor tuvo sus opciones como para llevarse la victoria y por ahí, si se animaba un poco más, quizá lo conseguía. Lasarte, analítico y autocrítico como siempre, fue claro: "Ha cambiado tanto el fútbol que antes ibas al exterior, sacabas puntos y estaba muy bien. Ahora nosotros jugamos tres partidos afuera y no perdimos y nadie está contento. ¿Qué nos pasa a los uruguayos? ¿Nos comimos un Barcelona? Yo no digo que no se pueda jugar mejor, pero tenemos una sensación de minimizar a los demás que yo no la entiendo. Por ahí me estoy poniendo viejo".

El entrenador de Nacional hizo referencia a lo sucedido anoche en una ciudad que mostró un clima con una temperatura muy alta y mucha humedad: "No jugó el Tata, tampoco el capitán (Diego Polenta) y no es lo mismo para nosotros. El jugador debe tener una continuidad. Empatamos en Brasil, ganamos en Buenos Aires, cometimos un error en el primer tiempo contra Zulia en el Parque y ahora le sacamos un punto en Maracaibo y acá estamos. Hay que clasificar, pero se ve que tenemos un estilo que no gusta mucho y lo tengo clarísimo. A mí me encantaría jugar lindo y siempre lo intentamos, pero yo pienso en lo mío y entreno para sacar un buen resultado mirando lo que tengo".

Antes de que comenzara el partido entre Zulia y Nacional, hubo un instante de silencio que se respetó a rajatabla en el José Encarnación "Pachencho" Romero de Maracaibo.

¿A qué se debe eso? Desde que la situación política y social de Venezuela comenzó a agravarse y a tomar ribetes inimaginables, los jugadores de fútbol de todos los clubes menos dos (Deportivo Táchira y Zamora, que son chavistas) comenzaron a hacer un minuto de silencio antes de los partidos. Fueron los propios futbolistas venezolanos los que tomaron la iniciativa, ya que la Federación Venezolana de Fútbol nunca autorizó y además, el régimen de Nicolás Maduro había prohibido tal acción. Incluso los medios se han caracterizado por la censura de este acto. El fin es solidarizarse con las víctimas fallecidas y personas desaparecidas que hoy ascienden a 42 y 17, respectivamente, en los 46 días que llevan las protestas y los problemas en Venezuela. Previo al inicio del encuentro, Juan Arango (capitán del Zulia) se acercó a los jugadores de Nacional que iban a mover la pelota para explicarles la situación y los tricolores accedieron. Ese momento vale muchísimo para los venezolanos porque significa la internalización del silencio de un pueblo que quiere hacerse escuchar.

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