INGLATERRA

El capitán del Liverpool derramó un torrente de lágrimas al unirse con su padre, quien consiguió vencer a un cáncer de garganta.

La copa en sus manos y apuntando al cielo. La copa en sus manos y agitándose con fuerza. Rabia, alegría, emoción. Jordan Henderson experimentó varias sensaciones juntas después que su Liverpool venciera al Tottenham para coronarse campeón de la Champions League. Pero el sentimiento de mayor emoción apareció cuando vio a su padre dentro del Wanda Metropolitano.

El capitán del conjunto inglés fue hasta Wearsider Brian para fundirse en un abrazo interminable, en el que ambos descargaron un torrente de lágrimas.

Al padre de Henderson le dijeron hace cinco años que tenía cáncer de garganta y, aunque por suerte esa situación ya está superada por completo, marcó a la familia.

En una entrevista que concediera al Daily Mail el jugador del Liverpool reveló: "Lo que mi padre pasó me hizo más hombre. Pone las cosas en perspectiva rápidamente. Digo que el fútbol es todo para mí, pero cuando suceden cosas así, te das cuenta de que hay otras cosas muy importantes fuera del fútbol. Fue muy duro en ese momento, fue un shock porque nunca había tratado con algo así antes".

Un periodo nada fácil para la familia, porque Henderson explicó que estuvo mucho tiempo sin ver a su padre: "Él es un hombre muy orgulloso y no quería que lo viera cuando recibía tratamiento por su aspecto. Entonces, yo sabía que lo único que podía hacer, la única forma en que podía ayudarlo, era jugar bien en el fin de semana porque sabía que estaría mirando. Esa era una presión diferente. Quería jugar bien para ayudar a mi papá a estar sano nuevamente y, si puedo hacerlo, puedo jugar en cualquier circunstancia".