ESPAÑA

Apenas terminó el partido en el estadio Wanda Metropolitano, se hablaba más del gesto del teléfono que había hecho Luis Suárez que del propio triunfo del Atlético de Madrid por 2-0 sobre Barcelona.

Al grito de "¡u-ru-guayo, u-ru-guayo!" los hinchas despidieron al "Pistolero", quien antes de llegar al vestuario tuvo que hacer varias paradas ante las cámaras de los distintos medios de televisión. Y la pregunta no faltó: ¿Fue para Ronald Koeman la llamada desde el campo? Luis, en un tono muy irónico denotado por su sonrisa, aclaró que no. "Fue para la gente que sabe que tengo el mismo número y que todavía sigo usando el teléfono", respondió.

El entrevistador le preguntó de frente y mano si había sido para el entrenador. "Para nada, pero si se lo quiere tomar a pecho...", para luego añadir: "Habia quedado con mis hijos en tono de broma que iba a hacer eso".

- "Estoy contento por la victoria del equipo, que es lo que queríamos. Estoy defendiendo la camiseta del Atlético y siempre es importante ganar".

- "Obviamente que el rival enfrente es especial por el momento que viví, pero el trabajo se tiene que hacer. Estoy dedicado 100% al Atlético y hoy hicimos todo lo posible para llevarnos los tres puntos".

- "Ya sabía que iba a pedir perdón por el respeto, por el cariño, por ser un culé más; por la trayectoria que hice en el Barcelona, por el momento que están pasando los compañeros y el hincha también".
- "Es un orgullo (que los hinchas coreen su nombre) porque la gente sufrió no poder disfrutar con nosotros el título de liga y es una demostración más del cariño que me tiene. Saben que uno trabaja duro y fuerte para mantener al Atlético ahí arriba".