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Donde hubo fuego...

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Luis Suárez mostró su enojo en el banco por no entrar a jugar. Foto: AFP.
DON EMMERT

Por un documento de AUF, Suárez no estaba disponible; y por otro de la organización, no era “inelegible”.

Luego de que todo el mundo viera el enojo de Luis Suárez por no haber sido tenido en cuenta como tercer cambio en la derrota ante Venezuela, la polémica no hizo más que avivarse. Todos los uruguayos, acá y allá, se enfrascaron en la discusión de si Tabárez debió ponerlo o no. En realidad hay dos discusiones: 1) Si debió entrar. 2) Si podía entrar.

Lo primero de todo es si el técnico debió utilizar al "Pistolero". En la conferencia de prensa previo al encuentro, Tabárez fue categórico: "Luis está haciendo una rehabilitación que llegó a su día 17. Aún no ha culminado y hasta que eso no ocurra no va a ser utilizado. Es un jugador muy importante como para arriesgarlo. Esta Copa es muy importante, pero más importante para nosotros es la Eliminatoria". Por lo tanto, no iba a ser tenido en cuenta.

La cuestión fue que Suárez estuvo en el banco, calentó, se vendó, se puso los zapatos y se aprontó para entrar, pero no lo hizo y se molestó. Entonces: ¿no había sido informado por el cuerpo técnico que no lo iban a arriesgar? Obviamente él se sentía bien para jugar, pero Tabárez no estaba dispuesto a utilizarlo. "Luis Suárez persona es más importante que nuestros intereses deportivos", había dicho el DT.

La gente estaba enojada con el maestro por no haber puesto a la estrella, pero en realidad Tabárez no hizo otra cosa que cumplir con su anuncio. La confusión sale de todos los movimientos que hizo el jugador, porque en el partido ante México no salió a hacer calentamiento, sino que se mantuvo en el banco. En esta ocasión sí hizo los ejercicios junto a sus compañeros y quizá eso le dio la impresión de que podía ser utilizado.

El otro perfil de la discusión es si Suárez estaba habilitado o no para jugar y aquí el tema se vuelve complejo, porque no hay nada en el reglamento que aclare la situación.

Cuando el encargado de prensa de Uruguay dio la hoja con la formación, el salteño no estaba entre los relevos y abajo se especificaba: "No disponible: Luis Suárez". Ese no es un documento oficial. Tampoco lo es el que entrega el servicio de prensa de la organización, pero tiene un tinte más formal. Cada jugador tiene cuatro estatus: Titular, Relevo, Lesionado e Inelegible. Suárez ocupaba la columna de lesionado, pero no la de inelegible.

Celso Otero, asistente técnico de Tabárez, dijo al periodista Sergio Gorzy (Sport 890) en Zona Mixta que Suárez estaba habilitado para jugar y que fue por decisión del cuerpo técnico que no entró. Y explicó: "También estaba a la orden ante México, de lo contrario no podría haber estado en el banco ni haber sido elegido para el control antidopaje".

Suárez no jugó y Uruguay quedó eliminado. ¿Podría haber cambiado el destino? Nunca se sabrá, pero sí hay una certeza. No se resintió de la lesión y esa era la principal preocupación de Tabárez.

Para el reglamento, Suárez estaba entre los suplentes

El reglamento del torneo no especifica si un jugador que aparece en la lista de lesionados, como estaba Suárez, puede o no ser utilizado.

Lo más cercano previsto está en el Capítulo III, Artículo 11 (Reglas de Juego), Inciso 5, que expresa: "Setenta y cinco minutos antes de la hora indicada para la iniciación del partido, cada equipo presentará la planilla de juego con los 23 jugadores que deberá ser chequeada por el Cuarto Árbitro y el Delegado del partido; los primeros once comenzarán el encuentro, quedando los otros doce como reemplazantes".

Por lo tanto, la interpretación debe ir por lo no escrito, es decir: si el jugador no está en la lista de no elegibles, entonces es elegible. Ello abona la afirmación de Otero de que Suárez integraba la lista oficial de relevos.

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Luis Suárez mostró su enojo en el banco por no entrar a jugar. Foto: AFP.

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