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La historia se pudo escribir con otra letra

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Diego Forlán
Archivo El Pais

Diego Forlán no jugó partidos clave, lo hizo disminuido o... ¿entró tarde?

A esta altura, sería ocioso abundar en datos, registros y detalles de los logros, títulos, récords y distinciones, en algunos casos en el plano individual y en otros en la faz colectiva, que ha cosechado Diego Forlán, sobre todo jugando por "la Celeste", porque es el aspecto que toca en su fibra histórica más íntima al futbol uruguayo.

Sin embargo, hay un aspecto —singular, acaso— de la trayectoria de Forlán en la selección que, aún cuando no ha sido ignorado, no ha invitado tanto a la reflexión, y al repaso: qué pasó en algunas instancias relevantes en la que Forlán no estuvo en la selección, o por distintas razones no jugó en el 100% de sus posibilidades; y, por consecuencia, qué pudo pasar si "Cachavacha" hubiese estado, jugado más en forma o entrado antes.

Este último caso se dio, por ejemplo, el 11 de junio de 2002, en la ciudad coreana de Suwon, cuando Uruguay terminó perdiendo por 3 a 0 al cabo del primer tiempo de su tercer partido de la primera fase del Mundial de Corea y Japón ante Senegal, para el complemento Forlán —que venía siendo reclamado públicamente por la gente y parte del periodismo, pues en los cotejos anteriores Víctor Púa lo dejó en el banco— entró por Abreu, junto al "Chenque" Morales, que ingresó por Marcelo Romero, y la selección terminó alcanzando un empate que dejó sin respuesta una gran interrogante: qué hubiera pasado si Forlán hubiese entrado antes.

El 12 de noviembre de 2005, Uruguay le ganó 1 a 0 a Australia en el partido de ida en el Centenario por el Repechaje para el Mundial de 2006 en Alemania, pero Forlán sufrió un tirón muscular y no sólo fue sustituido por Darío Silva a los 18 de la primera etapa: ni viajó a Sydney, donde cuatro días más tarde Uruguay perdió 1 a 0 y, luego de un alargue de 30, fue eliminado al caer derrotado por 4 a 2 en la definición por penales.

En aquella noche australiana, y sobre todo teniendo en cuenta el trámite parejo que tuvo la revancha, al menos hasta que Recoba debió ser subrogado por Zalayeta a los 72, cuando el "Chino" ya no pudo sobrellevar los efectos físicos de la agresión brutal que Tony Popovic le propinara los 21 con un tremendo codazo en la cara del que el árbitro español Luis Medina Cantalejo ni se dio por enterado, la historia pudo ser muy distinta, no sólo para Uruguay, sino para "Cachavacha".

Es decir, de haber contado con Forlán en los dos partidos de aquel Repechaje, "la Celeste" casi seguramente habría clasificado para Alemania 2006, Uruguay hubiera acudido a cuatro copas del mundo seguidas a partir desde el 2002 en Corea y Japón, y el delantero hubiera igualado otro récord histórico con la selección: al igual que lo hizo Pedro Virgilio Rocha, hoy habría participado en cuatro campeonatos mundiales.

Un razonamiento por el estilo cabe para el partido de semifinales del Mundial de Sudáfrica que Uruguay perdió por 3 a 2 frente a Holanda el 6 de julio de 2010 en Ciudad del Cabo: ya desde el cotejo anterior contra Ghana, Forlán arrastraba las molestias de un problema muscular en el muslo de su pierna derecha, la más hábil. Aún con esa enorme limitante metió el golazo del empate transitorio a los 41 en una jugada de pelota quieta, e hizo un gran despliegue físico y futbolístico, pero la realidad es que jugó con sus posibilidades muy recortadas.

Si con cuatro días más "de aire", Forlán tuvo otra fenomenal actuación en el partido por el tercer puesto contra Alemania, y así como no pocos se siguen preguntando aún hoy qué hubiera ocurrido si Súarez no hubiese estado suspendido frente a Holanda, vale la interrogante de qué pudo pasar si el que para la FIFA fue el mejor futbolista del mundial de Sudáfrica jugaba aquel partido contra los holandeses en el 100% de sus cualidades.

Al fin y al cabo, Uruguay perdió por poco, en forma digna y apretada, en aquella instancia semifinal de Ciudad del Cabo; y, de haber clasificado, pudo ser como reflexionó el Prof. José Herrera en la edición de Ovación del lunes pasado: "Una final, puede ser para vos, para mí…es una jugada".

Más que para soñar con esa hipotética incidencia, es como para desvelarse al repasar, y recordar, ante una eventual final con Alemania, que esa "jugada" existió: el taponazo de Forlán que reventó el travesaño del arco rival en el último segundo del partido por el tercer puesto en Port Elizabeth, precisamente contra los alemanes.

- Con apenas 23 años, se metió en el plantel que terminó jugando el Campeonato del Mundo de Corea y Japón 2002. Disputó 45 minutos ante Senegal y anotó un golazo. Fue el primero de los que serían sus tres mundiales. Quedó solamente atrás de Pedro Rocha, que jugó cuatro.

- El único Mundial al que no clasificó "Cachavacha" fue el de Alemania 2006. Fue figura y pieza fundamental del equipo en las Eliminatorias y terminó mirando desde afuera el repechaje ante Australia. Se lesionó a los 15 minutos en el encuentro de ida, y la Celeste sintió su ausencia.

- Se cargó el equipo al hombro en las Eliminatorias que pusieron a Uruguay en Sudáfrica 2010. Allí, llevó a la Celeste a lo más alto y se transformó en el mejor jugador del Mundial. Fue el momento más importante de su carrera. Consiguió un hecho inédito en la historia del fútbol uruguayo.

- La Copa América de 2011 disputada en Argentina significó para Diego su primera coronación con la selección uruguaya. Marcó dos goles en la final ante Paraguay y transformó a la Celeste en el país más ganador del continente. Además, quebró una racha de 16 años sin conseguir títulos.

- Fue el segundo capitán en el proceso que inició el maestro Tabárez en 2006. Cuando no estuvo Diego Lugano, llevó la cinta. Fue de esos líderes que se ganaron ese privilegio por lo que hacen dentro y fuera de la cancha. El respeto, la disciplina y sus grandes rendimientos lo llevaron a ese lugar.

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Diego Forlán

DIEGO FORLÁNJORGE SAVIA

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