Prometía fiesta, y fue fiesta. Arrancó con alegría, esa que transmitía el hincha porque regresaba al Parque Central lleno de ilusiones para empezar a transitar la temporada 2015-2016, y terminó con una celebración que dejó a los hinchas de Nacional con la satisfacción plena de un estreno perfecto.

Fue una noche soñada para los parciales que poblaron el estadio de los tricolores. Fue perfecto para las 20 mil almas que le dieron un marco ideal al estadio de La Blanqueada y recibieron a su equipo con el entorno acorde al fútbol que luego desplegó el equipo.

Fue soñado por la propuesta de los jugadores. Por el juego de algunas individualidades que tallaron en un nivel superlativo, por el estreno de Sebastián Abreu en su quinta etapa en Nacional (la última vez que jugó en el Parque fue en mayo de 2013), y por los hinchas, que alentaron y vivieron el partido en un tono de felicidad impropio para el arranque de una temporada, que suelen ser frías y despojadas de la movilidad y dinámica futbolística que mostró el tricolor anoche.

Nacional empezó a recorrer el Apertura un escalón arriba del resto, ya no sólo por lo que sucedió en el campo, sino por la forma en que vivió el hincha en la tribuna.

Los tricolores disfrutan a pleno el arranque de la temporada. Eso se refleja en la cancha, eso lo disfrutan en la tribuna.

Torneo Apertura