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La herencia

Peñarol carga con "el muerto"

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Es lógico. Cualquier análisis que se ha intentado hacer -por superficial que fuera- en la interna de Peñarol desde el domingo hasta hoy, con una sesión del Consejo Directivo incluída, está teñido por la sangre que a esta altura mana por la herida abierta no sólo del resultado del clásico disputado por el Torneo Clausura, sino de la de los tres últimos partidos oficiales jugados ante Nacional, que culminaron igual: con una derrota.

Entonces, lo que tras el primer contraste pareció una nube, y lo que luego del segundo se asemejó a un conglomerado de nubarrones, ahora se ha convertido en una oscura noche que Peñarol ya conoce, ya sea como víctima o como verdugo.

En el marco de la conquista de su quinquenio, entre 1939 y 1944, Nacional sumó 10 triunfos oficiales -por el Uruguayo- al hilo; y entre 1961 y 1964, Peñarol hilvanó 8.

La necesidad de autocrítica planteada el martes pasado en la reunión del Consejo Directivo por el actual presidente interino, Edgar Welker, y el pedido de mayor participación en la toma de decisiones -en especial sobre las contrataciones- realizado por los consejeros del movimiento 28 de setiembre, pues, nacen de sectores diferentes, pero que sienten la misma presión: encontrar lo más pronto posible la luz al final del túnel.

Para alcanzar ese objetivo, lo primero que Peñarol debe determinar es cómo y por qué entró en ese espiral; esto es: hacer un diagnóstico.

En este aspecto, aunque con Juan Pedro Damiani ausente, mayoría y minoría coinciden en torno a lo sintetizado por una reflexión de Welker, en el sentido de que "estamos pagando caro la herencia: Diego (Aguirre) formó un plantel para jugar de una forma, con esos jugadores vino Gregorio y jugó de otra, y con los refuerzos que él pidió, llegó Da Silva para hacerlo con la suya. Es una cadena. Nos equivocamos nosotros por no seguir con un técnico de la línea de Aguirre, lo que no significa negar la capacidad de Gregorio".

El tema es que ese "caro" que lamentó el presidente interino, la minoría lo cuantifica a través de cifras que, a futuro, trazan otro tipo de oscuridades en el horizonte.

Daniel Viña, consejero por el movimiento 28 de setiembre, hoy en uso de licencia al igual que el presidente, dijo al respecto que "queremos participar más, pero para apoyar, porque hoy el barco está haciendo agua por todos lados, y si seguimos así, se hunde".

No es una visión dramática, sino realista, porque -si los números cierran según los cálculos que hace la minoría- la depresión futbolística se trasladará a un plano en el que Peñarol ha experimentado un repunte: el económico.

Concretamente: con un presupuesto anual - "altísimo" para los consejeros de la minoría- de 8.000.000 de dólares, de los cuales 6.000.000 se los lleva el fútbol, también con los ingresos menguados por la breve participación en la Libertadores 2012, y sin la certeza de que Peñarol participará siquiera de la fase de grupos de la siguiente edición de la Copa, hay quienes estiman que el ejercicio actual va a terminar arrojando pérdidas que, como mínimo, serían del orden de los 2.500.000 dólares.

Por ese motivo, al fin y al cabo, es que más allá de diferencias y/o matices sectoriales, en la última sesión del Consejo Directivo -siempre tomando nota de la ausencia de Damiani, lo que no es poco- hubo consenso en torno a la impostergable necesidad de tener muchísima puntería en las contrataciones que se harán para el próximo Torneo Apertura: "De 10 le erramos a 8", dijeron los consejeros "del 28".

Esa es, a su vez, la razón por la cual la situación de Da Silva no estuvo ni siquiera en duda luego del clásico.

Además de que para la directiva Da Silva ya pasó su "examen de admisión" cuando después de la eliminación de la Copa y el empate ante Fénix logró que el equipo saliera de nuevo a flote, consiguiendo una reanimación que no pudo plasmar Gregorio la vez que Peñarol perdió 11 puntos sobre 12 en el Torneo Apertura, nadie quiere que ahora se repita lo sucedido tras la partida de Aguirre: cuentan que entonces se designó al "padre del Quinquenio" porque en esa difícil coyuntura el presidente dijo "yo no quiero cargar con este muerto", y nombró a quien pudiera hacerlo, excluyendo así a la dirigencia de cualquier eventual responsabilidad, dada la gratitud que la hinchada tiene con el "Goyo".

En una palabra: Peñarol no puede abrir otra sucesión y correr el riesgo de que la herencia sea aún más costosa.

PARA LA HISTORIA

Dos apuntes

Peñarol ganó 8 clásicos al hilo en su década más gloriosa y, en 1939, cuando Nacional comenzó el ciclo de los 10 triunfos en serie, inició el quinquenio que cortó el que pudo ser el primero de Peñarol, que fue campeón en 1935, 1936, 1937y 1938.

LAS CIFRAS

8

Millones de dólares es el monto al que asciende el presupuesto anual de Peñarol.

6

Millones de dólares es la cifra que insume el presupuesto del fútbol en Peñarol.

2,5

Millones de dólares es la suma a la que pueden llegar las pérdidas del ejercicio.

DARÍO RODRÍGUEZ

"De narices" para afuera del Clausura

Darío Rodríguez participó, con excepción del trabajo de fútbol en espacios reducidos, en el entrenamiento que realizó ayer el plantel principal de Peñarol en Los Aromos.

Pese a la fractura de tabique nasal que sufrió en el clásico, el lateral manifestó su decisión de jugar ante Rampla Jrs., pero no podrá cumplir con su propósito, pues será sometido a la reducción de su lesión y, como esa intervención a cargo de un cirujano plástico se hará en la próxima semana y, además, demandará un prudencial lapso de recuperación, no sólo no actuará ante los "picapiedras", sino que tampoco lo hará por el resto del Torneo Clausura.

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