Sin Pacheco ni otro referente del club para repatriar, el nuevo Peñarol se la banca con pibes y sin pesos pesados.

Antonio Pacheco colgó los botines a mediados de 2015 y Peñarol se quedó sin heredero para llevar el brazalete. Durante generaciones, se habían pasado la cinta de unos a otros: "Tito" Gonçalves, el "Indio" Olivera, Nelson Gutiérrez, Fernando Morena, Pablo Bengoechea y el "Tony" en planteles donde abundaban los referentes.

Marcelo Zalayeta fue el primero en tomar la posta, pero su estadía en el club ya vivía sus últimos días. Casi que de apuro, el mirasol tuvo que encontrar un capitán. Carlos Valdez, por experiencia, fue el designado pero algunas lesiones hicieron que la cinta se la pasen entre "Maxi" Olivera (que apenas llevaba seis meses en el club) y Gastón Guruceaga, con 21 años y una temporada en Primera.

Pacheco terminó siendo en estos años un caso extraño dentro del fútbol. Mientras la mayoría cambia de club en club en el exterior, Pacheco estuvo en 15 temporadas (divididas en tres ciclos) integrando el plantel principal. Algo que en estos tiempos parece imposible, pero que en el siglo pasado era común y no llamaba la atención de nadie.

"Pachequito", por entonces de pelo largo y con apenas 17 años, ascendió a la Primera en 1993 de la mano de Gregorio Pérez y aterrizó en un plantel de pesados y donde la mayoría arrastraban varias batallas encima: el "Tano" Gutiérrez, el "Tío" Sánchez, el "Bola" Lima, Diego Dorta, José Perdomo, Gabriel Cedrés, Mario Saralegui y el propio "Profesor" Bengoechea, por nombrar a algunos, se encontraban en ese primer vestuario que le tocó integrar. Hoy la realidad es totalmente distinta. Salvo por Valdez (33), Tomás Costa (31) y Damián Frascarelli (31), el resto del plantel es un equipo sub 23.

Peñarol quiso bajar el promedio de edad y lo hizo. No renovó los contratos de Guillermo Rodríguez (32) y Luis Aguiar (30) y a eso se le sumó que sufrió la baja de Diego Forlán (37). Un año antes, también se había desprendido de Juan Manuel Olivera (35), Damián Macaluso (36) y Joe Bizera (36). Carlos Bueno (36) y Fabián Estoyanoff (33) manifestaron públicamente sus ganas de retornar al equipo, pero éstos no encajaban dentro de la nueva política de la institución.

Juan Pedro Damiani y el resto del Consejo Directivo recalcaron en reiteradas ocasiones durante estos últimos meses que el equipo debía tener otro perfil: joven, ágil y que se pueda acoplar a la materia prima que se viene generando en el club. Por eso trajo a los mejores futbolistas del último Uruguayo.

¿Y entonces? El problema radica que ante los primeros malos resultados, los jóvenes se dieron contra la pared. El peso de la camiseta, tener a todos los medios hablando de ellos constantemente, la presión de un estadio cantando y la ansiedad que le agrega la calle en el día a día, hacen que estén bajo la lupa de un día para el otro. Hoy en el vestuario son pocos "los grandes" y eso ha quedado en evidencia cuando ante malos tragos, salieron a poner la cara juveniles como Guruceaga o Nahitan Nández o el argentino Tomás Costa, que llegó este año, este último domingo.

La salida de "Tony" y de algunos de sus soldados (Darío Rodríguez en 2014 y Zalayeta en 2015), sumado al vacío de referentes que le quedó al club en los siete años que estuvo sin ganar títulos y lejos de las competencias internacionales, puso a Peñarol en una encrucijada. Realizó una renovación que puertas adentro todos entienden como necesaria, pues intercala juveniles del club, pero se quedó sin al menos un nombre pesado a la cabeza del grupo. Es la vida después de "Tony".

Matías Aguirregaray, Sebastián Sosa y Alejandro González, tres que conocen el club, fueron pedidos del DT pero las barreras económicas hicieron que las negociaciones no llegaran a buen puerto.

Los nombres de Egidio Arévalo Ríos y Cristian "Cebolla" Rodríguez ilusionan a todos, pero los futbolistas de la selección aún se encuentran en rodaje en el fútbol del exterior.

El "Mono" Pereira, de 32 años y con contrato en Porto, no nació en Peñarol pero reconoció que le gustaría jugar en el equipo del que es hincha. Por ahora, lo esperan con los brazos abiertos.

ÁNGEL ASTEGGIANTE

PEÑAROLÁNGEL ASTEGGIANTE