DESDE EL ARCO

Álvaro Gutiérrez es el gran artífice de este Nacional. Llegó al club cuando el tricolor estaba a nueve puntos de Peñarol en la Anual y ese fin de semana podía sacarle 12 unidades de diferencia.

Tomó un hierro caliente, agarró un plantel conformado por Eduardo Domínguez, pero en poco tiempo le dio su impronta. Nacional ya tenía otro perfil. Formó una nueva defensa con Corujo y Carvalho, pasó a “Rafa” García al medio y se la jugó por el panameño Mejía en el arco. Respaldó a Bergessio dándole el capitanato y se las ingenió para sumar puntos fin de semana tras fin de semana.

Superó las bajas de Amaral y Santiago Rodríguez y rearmó una oncena a su gusto y antojo.

Buscó futbolistas altos, corpulentos y de mucho temple y de a poco empezó a descontarle puntos a Peñarol.

Muchas veces criticado por su postura en cancha, se la bancó sin decir nada. Y cuando se rumoreó su salida, le quitó trascendecia y siguió trabajando como si nada.

El “Guti” es el gran ganador clásico. Superó adversidades hasta en el mismo partido (Bergessio y Zunino salieron lesionados) y doblegó a Peñarol de principio a fin. El triunfo es suyo. Tan suyo como el equipo que armó.