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El otro "Guti": autos, muebles y guitarra

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Gutierrez
Marcelo Bonjour

Álvaro Gutiérrez lleva diez meses sin dirigir, pero estudia y busca nuevas formas de entrenamiento para cuando llegue la hora de volver.

Alvaro Gutiérrez lleva ya diez meses sin dirigir. Después de nueve años muy intensos, al principio disfrutó de estar en casa con su familia, pero a los cinco meses ya le empezó a picar el bichito de volver a las canchas.

Hoy alterna su tiempo entre los autos, los muebles que él mismo diseña y la guitarra que nunca abandonó. No son pocos los que lo recuerdan tocando junto al "Pájaro" Canzani después de ganar la Copa América de 1995, donde remató uno de los penales en la final ni más ni menos que frente a Brasil.

Nunca había soñado siquiera con llegar a jugar en la Selección y esa Copa le dio la posibilidad de irse a jugar a España. "¡Qué iba a imaginar que iba a llegar a la selección!, cuando era un chiquilín lo único que quería era jugar el domingo. Y después si era suplente, quería ser titular. Y un día, de repente, me encontré en Primera. Un día me dijeron: Mirá que mañana tenés que venir a entrenar a Primera, y tenía 18 años. Creo que ese año jugué sólo 45 minutos. Al otro año ya tuve más continuidad. Y después de haber salido campeón uruguayo con Bella Vista, un día prendés la radio y escuchás que estás citado para la Selección. Son cosas que no planificás. Uno simplemente, quería dar siempre el máximo y las cosas se fueron dando".

Al responder sobre cuál fue su mejor momento como futbolista, antepone el Campeonato Uruguayo que ganó con Bella Vista en 1990 a la Copa América con la selección que le abrió las puertas de Europa.

"La Copa América fue lo que más marketing tuvo, pero Bella Vista salió sólo una vez en su historia campeón uruguayo. ¡Una única vez! Creo que eso fue lo máximo en cuanto a logros deportivos. Y después, en España, la clasificación a la UEFA con Valladolid. Se consiguió solamente dos veces en la historia y yo tuve la suerte de estar ahí", rememoró. "Claro, lo de la Selección es diferente. Ya es una gran satisfacción que te hayan llamado para estar ahí. Y que representando a tu país consigas un título, es lo máximo. Pero es mucho más difícil salir campeón uruguayo con Bella Vista, que ganar una Copa América con Uruguay", aclaró quien en 1992 pasó de Peñarol a Nacional, algo que hoy parece bastante extraño.

"Yo estaba a préstamo de Bella Vista en Peñarol. Jugué una Liguilla y volví a Bella Vista. Y a la semana me contrató Nacional", recordó y pasó a explicar cómo se siente hoy sin tener trabajo.

"Veníamos de nueve años dirigiendo constantemente, Primera, Segunda, las juveniles de Nacional, la primera de Nacional, Arabia y Liga de Quito. La familia nos había ido a visitar en los dos lugares, pero no fue a quedarse, entonces al principio disfruté mucho de estar en casa, haciendo cosas que uno muchas veces va postergando". Entre ellas, terminar la casita de madera en el árbol para Guadalupe (su hija de seis años). "La hice con la puerta grande para que entrara por si me retrasaba un poco, je", admitió. "Pero luego se empieza a extrañar. Uno ve los partidos, los campeonatos, o ahora el Mundial Juvenil y te dan ganas de estar otra vez al frente de un equipo".

Los autos, que compra, refacciona y a veces vende, le llevan actualmente, buena parte del tiempo. "El que me contagió lo de los autos viejos fue Mario Picún, mi ayudante técnico, porque a él le encantan. Y por ir a mirar uno u otro, me empezó a picar el asunto. Me compré algunos, los arreglé, otros no pude y los tuve que vender. Por lo general los arreglo para quedármelos, pero después te entusiasmás con otro y lo terminás vendiendo. Tampoco podés tener diez autos. Es un hobby sano, que te atrapa porque muchas veces tenés que resolver problemas, ver donde podés conseguir las piezas, o si se pueden adaptar", contó sobre una de sus actuales actividades.

La otra es la guitarra. Tiene varias y hasta un pequeño estudio de grabación en su casa. "No toco todos los días. A veces nos juntamos con unos amigos, a cenar y hacer un poco de música. Somos cuatro o cinco, otras veces cantamos acá con mi mujer. Ella canta muy bien. O grabo algo en mi estudio".

La verdad.

De todas maneras, siempre está pendiente del fútbol. Lee, estudia y se prepara para cuando llegue el momento de regresar.

"Estoy leyendo mucho y tratando de estar al tanto de los jugadores y los equipos del medio local. Y de estar siempre al día, viendo si sale alguna forma nueva, revolucionaria, de entrenar. Pero no hay una verdad absoluta en el fútbol. No es que si tenés el último programa, ese en el que te agarran el partido y te dan doscientos mil datos que al final no sabés si no van a enloquecer a los jugadores, te va a ir bien. Capaz que viene un técnico de los de antes que tiene una gran visión y te puede ganar igual", explicó.

Si bien no descarta dirigir en Uruguay y asegura que algún día va a estar al frente de Bella Vista, no cree que sea el momento. "He tenido algunas propuestas de equipos de acá, pero por ahora estamos pensando en alguna posibilidad de volver al exterior. Hoy estoy abierto a dos posibilidades: la primera un buen proyecto deportivo, en el que aunque no ganes plata te de la posibilidad de hacerte un nombre. Por ejemplo, ir a dirigir a la Segunda de España donde yo jugué y tengo amigos y conocidos. Con Valladolid nosotros clasificamos a la UEFA, hoy está en Segunda División. Un equipo tipo Valladolid, o Rayo Vallecano o Sporting de Gijón, donde también jugué. En esos casos vos cambias dinero por otra cosa que te puede servir. La otra posibilidad puede ser un equipo donde no haya un proyecto deportivo interesante pero la oferta económica sea muy buena. Porque muchas veces te metés en problemas por ir a dirigir equipos que terminan sin pagarte o donde las hinchadas son muy bravas", señaló.

"Hace poco tuvimos un par de ofertas, una de cada caso de esos fuertes, pero al final se decidieron por otro técnico. Pero bueno, así es la vida del entrenador", admitió e insistió en que hoy no dirigirá en Uruguay.

"Por ahora no, aunque todos saben que para mí Nacional es importantísimo y sería el único equipo que aceptaría dirigir. Claro, esto lo digo por ahora, después nunca se sabe. Pero en este momento queremos aprovechar lo que hicimos. En Nacional salimos campeones; en el Al-Shabab, un equipo que generalmente está sexto en la tabla llegamos a semifinales de una de las copas. Y en Liga de Quito, lo mismo. Estuvimos 12 partidos, y de los últimos diez, ganamos cinco, empatamos cuatro y solo perdimos uno. Lo agarramos penúltimo y lo dejamos en el cuarto puesto. Pero a veces no hay una buena comunión con los dirigentes. Yo busco tranquilidad y seguridad laboral, que no es lo mismo que pasividad. No me gusta que me cambien las cosas que hablás cuando te reunís por primera vez. No me gusta para nada porque soy gente de palabra. A veces prefiero rescindir, aunque pierda plata, pero ganar en tranquilidad", enfatizó.

Hoy no va mucho al fútbol. Prefiere mirarlo en la tele. Salvo alguna excepción. "Alguna vez voy a ver a Nacional, si va primero o está por salir campeón. Con Martín (Lasarte) tengo una excelente relación y nos hemos hablado para comentar alguna cosa puntual. No quiero que se malinterprete nada".

Quintos.

Al hablar sobre su hijo mayor, Federico, de 18 años, que esta becado en Estados Unidos estudiando negocios internacionales y jugando al fútbol, lo definió como "bastante bruto como yo". Sin embargo, "Guti" no puede quejarse de la carrera que hizo cuando aún se ponía los cortos. Jugó en los dos grandes, en la selección y se fue al exterior. "Estoy muy conforme con lo que he logrado dentro de las canchas. Aunque nunca pude jugar un Mundial porque siempre terminábamos quintos y en esa época no había repechaje. Todas las veces que participé terminamos quintos, ese es el gran debe que me quedó".

A propósito de repechajes, al final se mostró convencido de que Uruguay va a llegar a Rusia en forma directa. "Vamos a clasificar directo, estoy seguro. Es verdad que venimos de tres derrotas en la Eliminatoria, pero es el bajón que tienen todos los equipos. Estamos en puestos de clasificación y quedan pocos partidos. Uruguay va a andar bien. Además, hay material de recambio, y eso es bueno".

El viaje - Padre e hijo para ver a Federico.

Su hijo mayor Federico está becado por el fútbol en una Universidad de Estados Unidos y hace tiempo que el técnico planea un viaje con Santiago, el del medio, para ir a visitarlo. "Vamos a aprovechar para hacer ese viaje padre e hijo que nunca pudimos hacer y a una edad linda para los dos. Él tiene 15", contó. "El mérito de conseguir la beca fue todo de Federico. Juega en la Liga Universitaria, que tiene transmisiones de televisión y de radio, la auspician importantes marcas deportivas y tienen unas canchas divinas. Es en serio. Y los equipos miran ahí para conseguir jugadores, porque allá no hay formativas".

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