COPA LIBERTADORES

Los graves incidentes que se registraron en el Estadio Nacional, fuera y dentro del escenario, durante el empate sin goles entre la U de Chile e Inter de Porto Alegre por la ida de una de las series de la segunda fase de la Copa Libertadores de América le generarían al equipo azul una dura sanción de la Conmebol.

Sumergido en la crisis social que enfrenta el país desde octubre, el fútbol chileno abrió las puertas a la Libertadores y la ola de violencia desatada por barras bravas se hizo presente una vez más. 

Los incidentes opacaron el encuentro que acabó con un empate 0 a 0 y no se detuvo. El enfrentamiento entre un grupo de barras del cuadro local y la Policía se dio en las afueras del Estadio Nacional durante el cotejo. Allí, un puñado de hombres armados con palos y piedras intentó irrumpir en el recinto y detener el encuentro.

Mientras ocurría afuera, en las tribunas el público comenzó a insultar al presidente Sebastián Piñera. Cuando el partido llegó a su fin, varios aficionados grabaron el fuego que se desató desde una de las bocas de ingreso a una de las cabeceras del estadio. Personal de Fuerzas Especiales pudo dispersar a los manifestantes con carros hidrantes.

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Algunos portales digitales dieron a entender que lo ocurrido en el Estadio Nacional podría aparejar un duro castigo para el cuadro chileno. ADN Deportes informó, recurriendo a fuentes de la Conmebol, que se vienen "sanciones duras" para el cuadro azul y avisó que "en un par de días se podrán conocer".

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ADN Deportes aseguró que para las autoridades deportivas del continente "no es atenuante" el complicado contexto social que vive el país y hasta dejaron en claro que los voceros reconocen que "da temor venir de nuevo acá", ya que ni hay certezas respecto al escenario que se deberá enfrentar, asegurando incluso que, en estas condiciones, "no se puede jugar fútbol".