DESDE EL ARCO

Se terminó la ilusión. Se fue otra Copa América para Uruguay. Pasó con más pena que gloria, como las últimas dos en donde Chile se consagró Campeón con total justicia.

Hoy tuvo todo para ganar, pero no supo cómo hacerlo, aún siendo muy superior a Perú, que solo se limitó a hacer correr los minutos para llegar a la tanda de penales.

Y no hay que echarle las culpas al VAR, porque todos los goles anulados, los anuló el asistente con bandera levantada y después el VAR ratificó sus decisiones. ¿Que fueron offsides muy finos? Sí, pero fueron y por algo se implementó la tecnología en el fútbol. Hoy la sufrió la Celeste.

Se fue la ilusión de ganar otra vez la Copa con esta generación que está más cerca del adiós que del inicio.

Con Suárez, Cavani, Godín, Cáceres y Muslera como figuras y referentes, se dejó pasar una notable oportunidad de volver a dar una vuelta olímpica. Y no exagero, porque por plantel y un proceso de más de 12 años se debía ganar o, al menos, llegar a la final por el lado más debil del fixture, sin enfrentarse a Brasil o a la Argentina hasta el último partido de la Copa.

Una pena, sin dudas. Por toda la gente que estaba esperanzada en ver a la Celeste campeonar, por los niños, los jóvenes y también los más grandes, que se aferraron a esta selección para gritar fuerte hasta la final el “¡Uruguay nomáaaaa”!

Una lástima, porque el ciclo futbolístico es cruel y a lo largo de 12 años, se levantó una sola Copa. Para mi gusto, demasiado poco con tantos cracks.