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Ganador: Volvió de la muerte

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Bruno Silva

Bruno Silva dejó Cerro Largo pero quiere seguir jugando y disfrutando, algo que valoró mucho más luego del 2011.

Bruno Silva casi se murió. Tenía 31 años, jugaba en Ajax y tenía un problema en el hombro que se solucionaba con una operación sencilla, decían. Pero una bacteria produjo una infección, lo tuvo al borde de la muerte y le cambió la forma de ver la vida.

El lateral nació en Isidoro Noblia, un pueblo de Cerro Largo de solamente un par de miles de habitantes, y se encontraba en uno de los mejores momentos de su carrera. Volvía a tener protagonismo en uno de los más grandes de Holanda pero el hombro se le salía constantemente y lo hacía perder tiempo y continuidad.

El entrenador era Frank de Boer y quería contar con él, por lo que llegó la fatídica sugerencia: "Él quería que me quedara en el club y me recomendó hacerme la cirugía ya que tenía dos años y medio más de contrato. Consulté con médicos en Uruguay y Brasil y me dijeron que era sencillo. Me dieron la opción de hacerla acá y como era tan fácil elegí quedarme cerca de club", cuenta.

El jugador fue operado y parecía haber salido todo bien. Fue dado de alta y llegó a su casa, hasta que lo fue a visitar Nicolás Lodeiro esa misma tarde. "Cuando me ve me dice che tenés el brazo hinchadísimo, Hice fiebre y fui al hospital, entré sin fuerzas, en silla de ruedas", recuerda Silva.

Volvió a ser internado, estuvo unos días inconsciente hasta que mejoró un poco. "A pesar de la gravedad, y como estaba, yo escuchaba. No hablaba, pero podía escuchar y era una desesperación terrible. Un día me dijeron que se veía que lagrimeaba porque estaba asustado, ellos llegaban de mañana y no encontraban el antibiótico para combatir la bacteria. En los partes me veían cada vez peor".

Los médicos encontraron la solución y el jugador se recuperó, aunque en un principio volver al fútbol era una utopía. "Yo festejé cuando pude ir al baño y hacer mis necesidades solo, tenía una alegría impresionante. El primer día que me llevaron el mate al hospital me volvió el alma al cuerpo", dice.

Tras salir del hospital y con los problemas que le generó creían que su retiro del fútbol se había consumado pero Diego "Ruso" Pérez le recomendó una clínica en Italia, donde tras un largo tratamiento, pudo volver a jugar al fútbol.

Después de todo este periplo, Silva cree que su vida tuvo un antes y un después. "Valorás otras cosas, más allá de lo deportivo y económico, en la vida hay que ser humano y disfrutar. El poder tener una gente para prender un fuego, juntarse a tomar un mate o hacer algo no tiene precio. Cambiás tu forma de ver la vida", cuenta.

Y sus palabras no son solo un discurso. En 2013 volvió a Cerro Largo y se puso la camiseta de Cerro Largo Fútbol Club, al que defendió hasta la última temporada. Silva, un referente del equipo y muy querido por los arachanes, decidió dar un paso al costado debido a algunos aspectos extra futbolísticos con los que no coincide. "Creo que se valoró poco estos cuatro años, no solo en lo futbolístico sino que en otros aspectos. Dejás muchas cosas de lado para jugar acá, que lo hacés más por amor que por otra cosa. Tengo principios, tengo palabra y tomé una decisión que me duele en el alma", dijo.

Silva no dejó el fútbol, sino que continúa entrenando y espera por algún llamado. De no llegar podría poner el punto final, pero no está en sus planes.

Su carrera en Primera División comenzó en Danubio en el año 2000, aunque antes ya había probado suerte en Peñarol pero tras un flojo semestre volvió a Cerro Largo.

Luego de Danubio pasó al Rostov de Rusia, donde su experiencia no fue buena. Los dirigentes del club se comportaban de una manera violenta que hizo que el lateral decidiera volver. Un día el presidente junto a tres miembros de su seguridad lo encerró en un cuarto junto a Omar Pérez y les comenzó a exigir que debían ganar. "Salimos de ahí y le dije a Omar: me voy. Él se enloqueció que no lo podía dejar, pero yo no cambié . Yo no vine a la guerra, vine a jugar al fútbol, le dije". Y volvió a Danubio.

Protagonista y campeón regresó a Europa, esta vez a Groningen. En el club tuvo una buena adaptación pero en las costumbres le costó un poco. Un día fue cerca de cinco veces al supermercado ya que debía comprar muchas cosas y no podía destrancar los carritos para cargar sus cosas. Luego de varios viajes se dio cuenta que debía poner un euro para que lo habilitaran. "Yo era un canario, bruto y de campaña, imaginate en esas cosas", cuenta entre risas.

La basura fue otro problema. "Yo veía que todos salían pero no podía abrir el container. En un momento tenía como cinco bolsas en el garage y no aguantaba el olor y pregunté. Se abría con una tarjeta".

Luego llegó a Ajax, tuvo varias temporadas y buenos desempeños hasta el hombro, la operación y el gran problema.

Las actuaciones de Silva en el exterior hicieron que tuviera continuidad en la selección. Con la Celeste disputó 16 encuentros, entre ellos el de la fecha 16 de las Eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010, uno de los más difíciles de su carrera. "Si empatábamos en casa quedábamos afuera. Había 2 x 1 de entradas, la gente desde que salimos del Complejo nos decía cualquier cosa. Cada pierna cuando corrías te pesaba 150 kilos", recuerda. Uruguay ganó, se recuperó y fue al Mundial.

Bruno Silva dejó Cerro Largo pero pretende no terminar su carrera en el fútbol. Aunque todavía no ha tenido llamados entrena y espera. Si llega el momento de decir adiós igualmente disfrutará, ya que desde 2011 sabe bien que hay cosas más importantes en la vida.

"Jugadores que con un gran nivel intelectual han cambiado las cosas".

Bruno Silva no es ajeno a los reclamos que se están realizando relacionados a los derechos y la posición de los jugadores y el fútbol uruguayo. "Los jugadores están recorriendo un camino que deberíamos haber recorrido mucho antes, estuvimos dormidos por mucho tiempo. Debíamos haber estado más atentos, preocuparnos, estar informados de las cosas. Íbamos a la Mutual, levantábamos la mano, tomábamos mate y no dábamos ni pelota a lo que votábamos", afirmó.

El jugador ve positivo el cambio: "Hoy hay jugadores que con mucha categoría y un nivel intelectual muy bueno han cambiado las cosas", declaró.

"Seguimos con los mismos estadios que cuando yo jugaba con Danubio en 1998 en las inferiores, eso está mal. Tenemos el respaldo de la selección todos los jugadores estamos unidos en la misma sintonía", finalizó.

Respaldó a Suárez sin haberlo visto jugar.

En 2005, con Bruno Silva jugando en Groningen, ojeadores del club llegaron a Uruguay para ver a un jugador de Liverpool que habían recomendado. Aprovechando el viaje fueron a ver un Nacional-Defensor y un jugador los cautivó: Luis Suárez.

"Me llamaron y consultaron si lo conocía. Yo ahí no veía nada de fútbol uruguayo, entraba a internet pero ni se veían videos, leía nomas. Yo vi que hacia goles y hablaban y cuando me llamaron dije ta si, traelo, pero no lo había visto jugar", declaró. Lo defendió a ciegas y la apuesta tuvo su rédito. "Tenía mucha voluntad, fortaleza, su momento actual es todo mérito"

En sus comienzos tuvo algunos aspectos que mejorar y adaptarse: "El llegó y estaba saliendo de la adolescencia, tuvo que adaptarse a muchas cosas y en los primeros meses le costó pero era súper respetuoso, escuchaba. Yo me quedaba a entrenar los tiros libres, porque era encargado, y él no tenía la costumbre. Yo no sé pegarle, solo la empujo, déjamela ahí que la meto, me decía, hasta que un día empezó a quedarse y hoy le pega a la pelota de una forma…".

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