AUF

El nuevo gobierno estará compuesto por siete integrantes y uno de ellos será un representante de los Grupos de Interés. Te explicamos por qué probablemente sea un jugador.

La tormenta ya pasó. La Asamblea General de la AUF aprobó por unanimidad el nuevo estatuto exigido por FIFA y evitó así que se le aplicara una suspensión de la afiliación. ¿Quién perdió y quién ganó? Objetivamente ganaron todos, porque se evitó la drástica sanción del organismo rector del fútbol mundial, pero hubo algunos sectores que cedieron más terreno y otros que obviamente lo ganaron.

Entre los principales vencedores están la Organización de Fútbol del Interior (OFI) y los futbolistas. Si bien no lo han sido explícitamente, por razonamientos similares ambos seguramente tendrán a su representante en el futuro Ejecutivo, para el que por cierto aún no hay fecha prevista de elección.

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A partir de las próximas elecciones el Ejecutivo de la AUF estará integrado por siete miembros. El Congreso votará al presidente, pero también deberá aprobar a los candidatos que éste presente en plancha, donde debe incluir a una mujer (que no puede representar al fútbol femenino), a un representante de los clubes profesionales, a uno de los Grupos de Interés y a uno del fútbol amateur. Además, deberá presentar a otros dos miembros elegidos por él.

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Los futbolistas tendrán 11 delegados en el Congreso, cada uno con un voto. En principio esto les da un poder importante, pues su peso será del 14,5%, casi al nivel de la Segunda División (18,4%). Sin embargo, el mayor poder de los jugadores está dentro del conglomerado denominado Grupos de Interés y es ahí donde realmente pueden marcar la diferencia.

Los 11 delegados tendrán mayoría absoluta sobre el fútbol femenino, el fútbol sala, los árbitros y los entrenadores, pues entre todos ellos suman cuatro votos. Esto pone en gran ventaja a los futbolistas cuando los Grupos de Interés tengan que elegir a su candidato para integrar el Ejecutivo.

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La situación predominante de OFI es similar a la de los futbolistas dentro de su nicho, el del fútbol amateur, que también deberá elegir a su representante en el Ejecutivo. OFI tiene 9 votos, mientras que la Segunda División Amateur tiene 6. Esto significa que si todos los delegados de OFI se ponen de acuerdo y votan al mismo candidato, lo impondrán.

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El fútbol profesional fue el que más cedió en cuanto a peso en la toma de decisiones. Tenía 18 de los 19 votos que existían hasta ahora en la Asamblea General, porque los clubes de Primera tenían 16 y los de Segunda División 2. El restante correspondía al fútbol amateur. Eso representaba el 95% del quórum.

Con el nuevo estatuto el profesionalismo tendrá 46 votos (32 de Primera y 14 de Segunda) de 76, lo que significa que su peso en el Congreso será del 60,5%.