Autoridades de La Liga de España disertaron sobre la seguridad en el fútbol y los uruguayos tomaron nota.

El fútbol español está en un gran momento, pero tenemos un pasado lleno de incidentes". Así comenzó su charla Alfonso Lorenzo Mena, director de Integridad y Seguridad de La Liga, que junto a Miguel María García Caba (asesor jurídico de La Liga) dieron una charla sobre la seguridad en el fútbol español en el Hotel Sheraton.

Autoridades de AUF como el presidente Wilmar Valdez, Rafael Fernández y Alejandro Balbi; representantes de Nacional y Peñarol, de varios clubes de Primera y de otras instituciones cercanas al fútbol prestaban atención a los detalles que salvaron a La Liga del abismo y la llevaron a ser una de las más importantes del mundo.

En la década de 1980 la violencia estaba instaurada y tenían casi un muerto al año por incidentes. Ahora, en la última temporada, volvieron a establecer un récord de asistencia (14 millones de hinchas en cancha) y desde 2008 no tienen un incidente dentro de un estadio.

En 1988 el Estado creó una comisión mixta con representantes de clubes, sociólogos y periodistas (entre otros) para comenzar a analizar el problema. En 1990 surgió la Ley del Deporte, que ha tenido mejoras y ha evolucionado adaptándose a la realidad. "Si no tienes otras herramientas no va a dar resultado", dijo Lorenzo. Una de esas herramientas son las tan conocidas cámaras de identificación facial que se van a implementar en Uruguay.

En España no es responsabilidad de cada club comprar sus cámaras, sino que La Liga se encarga de instalarlas en los estadios. "Que lo haga La Liga optimiza el gasto. No es lo mismo que un club compre tres cámaras a que se compren 300", dijo. Además, dio detalles sobre el uso de las imágenes. "Todas van a un centro de operaciones y pueden ser tratadas en tiempo real. Son consideradas archivos policiales y deben conservarse un tiempo determinado; no pueden destruirse".

Uno de los ingresos que se destina a estos gastos son los intereses a las apuestas deportivas. Un 10% se destina al fútbol y de esa cifra un 30% el Estado pauta en qué debe invertirse. En la última temporada el ingreso neto fue de casi 51 millones de euros.

Las distancias entre La Liga y Uruguay son grandes, pero los problemas no tan distintos

Uno de los detalles sobre los que más se prestó atención fue cuando mencionaron que los principales encargados de la seguridad en los estadios son los clubes, que cuentan con un Coordinador General y seguridad privada, que es la primera en actuar.

Estos guardias privados, opción que se maneja como exigencia del Gobierno en Uruguay, tiene una diferencia: legislación. Estos agentes tienen potestades para pedir identificación, detener personas e involucrarse en incidentes. Luego de interceder en este tipo de ocasiones llaman a la policía, que se hace cargo del asunto.

Además, esas normas protegen a los agentes ante violencia en su contra. Los agresores son juzgados de forma similar a como su hubieran atentado contra policías. Para ser seguridad privada se necesita hacer una licenciatura y luego especializarse, dependiendo en el área que se desea trabajar.

Antes de explicar uno de los puntos, Miguel García Caba se atajó: "Les puede sonar a flautas, a cuento, pero una de las claves es premiar los gestos positivos", afirmó. Y para dar detalles explicó: "Incentivamos a muchas hinchadas a que hagan hermandades, se junten a comer, disputen partidos".

La Liga buscó acercar al público, que está separado por los colores de su club, pero que lo unen muchas cosas. "El fútbol hermana, compartimos mucho con nuestros rivales y hay que aprovecharlo", declaró. A primera vista puede parecer imposible en Uruguay, pero existen antecedentes. Los hinchas de Juventud en el Clausura 2015 invitaron a almorzar los de Plaza Colonia en la previa.

SEGURIDADMATEO VÁZQUEZ