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Un festejo sin felicidad

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Foto: Ariel Colmegna
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Murillo maquilló la obtención de la Anual: habría sido peor con una derrota.

Peñarol ganó la tabla Anual, lo que significa que fue el equipo que más puntos hizo a lo largo de la temporada. Sin embargo, tras el empate frente a Juventud, los hinchas no se fueron felices del estadio, ni mucho menos. Es que el juego aurinegro volvió a ser muy pobre, sobre todo en el primer tiempo.

Cuando los jugadores llegaron el sábado al estadio, a las 13:30 horas, los pocos hinchas tempraneros que rodearon al ómnibus, ya exigieron que había que poner "más huevos". Sin embargo, bastaron 11 para que Juventud abriera el marcador, Peñarol de desmoronara y el pedido de los hinchas cayera en saco roto. Cuando terminó el primer tiempo se fueron silbados de la cancha. Desde la tribuna América, llovieron insultos para Damiani hacia al palco alto, donde el presidente ni siquiera estaba. "¡Echaron al Tony, para traer a estos perros!", comentaba un hincha furioso.

"¡Maxi, Maxi, sos el único que transpira la camiseta!", gritó un muchacho que se inclinó desde la tribuna para chocar su mano con la de Olivera que, suspendido, caminaba por la platea hacia el vestuario. Olivera, que vio el partido junto a otros futbolistas que quedaron afuera del plantel, fue el que más gritó el gol de Murillo.

"Somos conscientes que no estamos jugando de la mejor manera, como nosotros queremos y como quiere el hincha", admitió Miguel Murillo, el autor del gol que maquilló un poco las cosas, porque al menos Peñarol ganó la Anual consiguiendo el punto que necesitaba para hacerlo. Hubiera sido peor ganarla perdiendo con Juventud. "Nos vamos preocupados, pero ahora tenemos que trabajar para jugar el partido definitivo", agregó.

El colombiano convirtió siete goles en Clausura, es el goleador carbonero en el torneo. Sin embargo, muchas veces los hinchas no han tenido paciencia con él.

"Miguel ha rendido, el equipo tampoco lo está ayudando a destacarse en lo suyo que es el gol", dijo Da Silva sobre el delantero. "Tiene sólo 22 años y es la primera vez que sale de su país; pero los últimos goles los ha convertido él. Por momentos somos muy exigentes con él, cuando deberíamos exigir a otros o al equipo en general", deslizó el técnico. "Ojalá que en el semestre que viene, ya con mayor experiencia en el país, lo pueda hacer de la mejor manera", agregó.

Pero Miguel no piensa en eso, sólo se ilusiona con marcar el domingo frente a Plaza.

Murillo por tres.

¿Peñarol resultó lo que esperabas cuando viniste a Uruguay?

Sabía que venía a un club muy grande donde iba a haber momentos difíciles. Ahora estamos en la final y somos afortunados por eso.

¿Te molesta cuando el equipo no encuentra el fútbol y llegan pelotazos?

Se me complica; pero a veces toca jugar así, es la forma más fácil por mi estatura y mi biotipo. En algunos partidos nos dio resultado. Si toca jugar así yo estoy dispuesto. Quiero darlo todo por esta camiseta.

¿Se siente mucho la presión ahora al final?

Las oportunidades que hemos dejado pasar nos han golpeado anímicamente. Pero trabajamos mucho, con el alma, para darlo todo. A veces el fútbol es injusto con nosotros. Ahora tenemos otra oportunidad y vamos a sacarla adelante.

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Foto: Ariel Colmegna

PEÑAROLSILVIA PÉREZ

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