EN EL CAPURRO

Un minuto de juego: pared entre Cougo y Amaral, el Chory Castro entra en acción, mete un pase para la diagonal del retornado Bergessio y el disparo de primera de éste se va al lado del vertical.

Minuto 25: Desborde del Chory que le gana en velocidad a Canobbio (¡?) por la izquierda, centro, Amaral que llega a peinar la pelota en el primer palo y por el segundo Pablo García, llegando y casi sin marcas, pifia la pelota.

Una vuelta de reloj después, Bergessio recibió sobre el perfil derecho, sacó el disparo cruzado y Guillermo De Amores fue abajo para sacar la mano justo y evitar la caída de su arco.

A los 34 minutos Amaral se interna en el área y saca un remate cruzado que se va al lado del vertical.

¿Y Fénix? Disparos lejanos y sin consecuencias y tratando de incomodar con la velocidad por la banda derecha de "Muma" Fernández. Solo eso.

Nacional, que presentó en el arco a Sergio Rochet por el desgarrado Luis Mejía y los retornos de Yacob y Bergessio, fue bastante más que el local y mereció irse al descanso en ventaja. Parado arriba, presionando la salida albivioleta, obligó al rival a partir el equipo y salir con pelotazos largos, sin que pudieran conectarse los circuitos que normalmente Juan Ramón Carrasco prepara en la semana.

Bien parados atrás, los dirigidos por Gustavo Munúa repelieron cualquier intento local por inquietar a Rochet. Llegó el descanso con un 0-0 mentiroso y hasta preocupante para el tricolor, pues su debilidad son los segundos tiempos.

Y si había alguna duda de eso, quedó reflejado rápidamente, porque luego de un tiro libre de Bergessio que sacudió las manos de De Amores pero no pudo doblegárselas, Ignario Pereira se metió por la izquierda al área de Nacional y fue bajado por Matías Suárez. Penal bien cobrado por Ostojich y ejecutado con certeza por Bryan Olivera para marcar a los 56' el inmerecido 1-0 de Fénix.

Los peores miedos de Nacional una vez más se hicieron presentes, que para colmo debía dar vuelta el marcador sin Amaral en cancha, quien ya había sido sustituido en el entretiempo.

El gran mérito que tuvo Nacional fue haber asimilado bien el golpe, porque siguió yendo al frente. Confió en que el camino que había elegido era el correcto y no se apartó de él. Dejó algunos huecos, es cierto, porque debía arriesgar, pero al final tuvo su recompensa.

A los 70' Felipe Carballo llegó hasta la línea de fondo, mandó un centro al ras del piso al área, recibió Bergessio de espaldas al arco y le puso un pase al Gonzalo Castro que contará como asistencia porque el "Chory" sacó el remate de primera que ahora sí venció las manos del arquero rival para poner el 1-1.

El partido ganó en emoción, porque Munúa metió cambios muy ofensivos y terminó jugando con tres centrodelanteros (Bergessio, Vecino y Sebastián Fernández) y volcó el juego a la cancha de Fénix, pero a su vez el albivioleta tuvo las dos chances más claras para ganar el partido, la última ya en tiempo de descuentos, cuando Barboza mandó por encima del palo un envío que recibió en el área chica.

Y como se sabe, goles errados son goles en contra. Contra el grande no se puede perdonar, porque él no te perdona. Ya en el quinto minuto de descuento se produjo la jugada clave y polémica: Santiago Rodríguez toma del brazo a Manuel Ugarte en la salida albivioleta, el árbitro no sancionó lo que fue una clara falta, el tricolor se queda con la pelota, manda el centro que cabecea Vecino en el segundo palo y tapa notablemente De Amores, pero el rebote le quedó a Bergessio, quien la empujó a la red.

Gol, triunfo 2-1 de Nacional sobre Fénix y tres puntos que ponen al tricolor nuevamente en la punta junto a Wanderers, tirándole la presión al bohemio, que este domingo visitará a Peñarol.