Pobreza, alcohol y drogas, el drama de los británicos.

La realidad golpea fuerte en el fútbol británico. Según un estudio hecho por Xpro, organización caritativa que ayuda a exjugadores, tres de cada cinco jugadores británicos que se han retirado caen en la bancarrota tan solo cinco años después de terminar su carrera.

El estudio se llevó a cabo sobre exjugadores que ganaban una media de 30.000 libras semanales, unos 38.000 dólares, aproximadamente.

La pregunta surge sola: ¿cómo pueden haber gastado tanto dinero? Pues, bien, el estudio afirma que inversiones en bienes de un coste muy elevado que se deprecian muy rápido, como relojes y coches, por ejemplo, en inversiones inmobiliarias por desconocimiento o mala asesoría en bolsa y, en muchos casos, por divorcios, tal y como reconoce Geoff Scott, director ejecutivo de Xpro, y exjugador de Stoke, Leicester y Birmingham.

La organización recibe alrededor de 400 llamadas al mes de exjugadores que necesitan ayuda, y creen que la situación irá de mal en peor: será una epidemia, asegura Scott.

Pero esta situación no se da solo en el Reino Unido. En 2009 se llevó a cabo un estudio similiar en EE.UU. en relación a los jugadores que se retiraban de la NFL, y sus resultados fueron aún más alarmantes: el 78% de los exjugadores estaban en bancarrota a los 2 años de retirarse; mientras que en la NBA el 60% se declaraba en bancarrota a los cinco años de abandonar la práctica deportiva.

Estos datos son sólo la punta del iceberg. La bancarrota no es el único problema al que se enfrentan los exfutbolistas, sino que depresiones, drogas y la cárcel también se pueden cruzar en su camino, si no reciben formación y ayuda cuando se enfrenten a situaciones delicadas.

Xpro informa de que hay 129 exfutbolistas en prisión, sobre todo por problemas de drogas, y muchos, terminan abandonados y en la calle por haber hecho malas inversiones durante su período más fructífero tanto en el fútbol como en la NBA. Ejemplos, abundan, y lo que hoy se busca en Gran Bretaña, es cambiar el futuro de las estrellas. Que no terminen en la ruina.

Jamás pudo salir de su adicción al alcohol. Hoy vive en la ruina, sin un peso y de la caridad. Fue ídolo en Inglaterra los 80.

Michael Kinsella no llegó a brillar en el Liverrpool como arquero. Terminó en prisión: "Vi lo que tenían los demás, y empecé a delinquir", dijo.

GRAN BRETAÑA