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Fabián Coito tiene la valija pronta

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[[[Darwin Borrelli ]]]

FÜTBOL

A pocas horas de viajar a Honduras, el extécnico de la selección Sub 20 reconoció que el cargo de coordinador de formativas le hubiera hecho dudar

"¡Te fuiste nomás Fabián!”, le dice la gente que por estos días se cruza con el ya extécnico de la selección Sub 20 por la calle. Y a Coito esas expresiones de cariño le pegan fuerte. Lo mismo que los mensajes que le han mandado -una vez que se confirmó su partida- varios de sus futbolistas, incluso algunos que hace tiempo que no entrenaban con él. Tal fue el caso del volante Alan Rodríguez, que el domingo debutó en la primera de Peñarol.

“Me llegaron muchos mensajes deseándome suerte y pidiéndome que no me alejara del todo. El último hace un rato, fue de Alan Rodríguez. Y fue muy lindo porque hace meses que no está en la Sub 20. Me felicitó y me dijo que todavía guardaba cosas que yo le había dicho. No le quiero dar espacio al drama, porque si no se me complica”, reconoció emocionado.

Hacer la valija no resultó fácil. “Mi hijo chico, Juan Ignacio, se fue el sábado para Miami a la casa de mi hermana y después de eso, aprovechando la tranquilidad de la casa, me puse a aprontar mi valija. Empecé a llenar la cama de cosas. Nunca me había pasado. Yo estoy acostumbrado a viajar con la selección, con materiales de trabajo y pocas cosas personales. Y además están los utileros que nos solucionan todo. Voy a tener que llevar una parte ahora y en algún momento llevaré el resto”, contó el nuevo entrenador de la selección de Honduras.

Coito tiene mucho trabajo por delante, por eso viaja, firma el contrato por cuatro años y ya se instala en Tegucigalpa. “A fines de marzo ya hay fecha FIFA con partidos pactados. Hay que armar la lista de convocados; la idea la tenemos porque estuve mirando partidos por internet y me he apoyado mucho en Miguel Falero, que conoce mucho el medio. Necesito tener un conocimiento rápido de los futbolistas, los entrenadores, los clubes, los lugares. Ese primer paso lo tengo que dar cuanto antes”, relató Coito, quien en sus épocas de futbolista defendió a Olimpia de Honduras en 1994 y 1995. Desde entonces nunca más regresó. “Me han dicho que todo ha evolucionado mucho. Voy a volver a vivir en Tegucigalpa, aunque esta vez en un barrio mucho más tranquilo y residencial, cerca de la Federación”.

El hondureño suele ser un poco parrandero y los futbolistas no son la excepción. “El clima, el calor, ya te predispone un poco. Los días son más largos, menos ropa, mucha bebida por el calor, pero hoy el futbolista debe estar mucho más profesionalizado que cuando yo estuve. En aquellos tiempos no era extraño que un compañero faltara al entrenamiento, por más que Olimpia era el equipo más grande. Hoy hay muchos futbolistas en el exterior: en España, Portugal, Escocia, México, Estados Unidos... Y eso es parte de un crecimiento de la cultura deportiva. Todos ellos les transmiten sus hábitos a los que no han salido todavía”, afirmó quien el domingo vio el partido entre Olimpia y España por internet que se jugó a estadio lleno.

LA BALANZA. “Voy a extrañar mucho, sobre todo a mi grupo de entrenadores, con quien habíamos hecho una gran amistad y funcionábamos a la perfección. Y mis hábitos, mi gente, mi barrio, el colegio Maturana. Sé que voy a extrañar, pero aún así, poniendo todo en la balanza, pesó más lo otro. Se juntaron muchas cosas. Era una linda propuesta, en un lugar que conozco y en un buen momento. No es fácil saltar de juveniles a mayores. Esta es una posibilidad de hacer cosas, porque Honduras no es del primer mundo futbolístico, pero va siempre a los mundiales. Va siempre a los Sub 20, tiene medalla de bronce en la Sub 23 y de los últimos tres mundiales de mayores fue a dos. Y ha tenido últimamente grandes entrenadores, lo que a mí me da mucho orgullo: Reinaldo Rueda, Luis Fernando Suárez y Jorge Luis Pinto”.

Coito no oculta que si le hubieran ofrecido el cargo de coordinador de las selecciones juveniles hubiera dudado. “Daba para pensar. Era una responsabilidad muy linda. Era un crecimiento y lo hubiera considerado, pero nunca existió. No era el momento, no había espacio. Además, ahora se iba a interrumpir el contrato cuando teminara el Mundial. Iba a tener que renegociar con un nuevo Ejecutivo, vaya a saber en qué condiciones y por cuánto tiempo. Y en algún momento la selección se iba a terminar. Sé que es importante que yo me vaya para el funcionamiento de la juvenil. Y no lo digo por vanidad, es un asunto de espacio, de tiempo, de experiencia. Hoy mi espacio era repetir una Sub 20 y hay momentos en que uno espera otra cosa para poner en práctica todo lo aprendido”.

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Lo mejor y lo peor en sus 12 años celestes

"Si estuviera relacionado al resultado deportivo, sería la final de México con la Sub 17, el Sudamericano de Ecuador que ganamos y los Juegos Panamericanos. Pero el momento del que no me voy a olvidar nunca fue en este último torneo, porque en mi cabeza ya estaba que no iba estar más. Quería más que nunca que terminara bien”, dijo Coito sobre sus mejores vivencia en las juveniles.                                                                     “No tuve momentos malos. Creo que el peor momento fue decirle el otro día al maestro (Tabárez) que no iba a seguir en la Sub 20. Me entendió y me apoyó. Y estuvimos hablando de lo importante que es tener un nuevo desafío. Es muy lindo tenerlo, prepararlo, intentarlo y cuando uno lo supera es una sensación enorme, impresionante”, contó.

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Un defensa técnico y rápido que viajará solo

El conocimiento de Coito sobre Honduras, donde jugó dos años, influyó en su decisión. “Hay tres zonas diferentes: Tegucigalpa es la capital política y San Pedro Sula es la capital comercial. Es un lugar de mucha vegetación, mucho calor y mucha humedad. Como linda es más linda San Pedro, una ciudad más baja, caribeña. Y después está la costa, donde aparecen esos jugadores con físicos impresionantes”, explicó.                     “Cuando jugué en Honduras tuve buena relación con mis compañeros, pero no como acá que a los tres días te invitan a comer un asado. Ahora que saben que vuelvo muchos me han escrito. Claro, estamos en otra etapa de la vida. Por haber jugado en Olimpia, es gente que hoy está en la política y en el fútbol. Tengo muchas ganas de verlos”, contó sobre lo que lo espera. 

El técnico viajará solo. Tanto su esposa Alejandra como sus dos hijos tienen actividades en Montevideo. “Nunca pensé en el desarraigo, sobre todo cuando cada uno tiene sus cosas. Buscaremos la manera en que la distancia sea lo menos traumática posible. Hoy hay mucha cosa. Cuando yo era niño mi padre vivía en el exterior y cada tanto llegaba un casete y era una hora de llanto. O pedíamos la llamada de teléfono de mañana para recién en la noche estar todos alrededor del teléfono esperando que sonara. Hoy entre las comunicaciones, la globalización y las facilidades para trasladarse, es más fácil”.

Coito era un defensa técnico y rápido que jugó en Wanderers, Cerro, Osorno de Chile, Central Español, Olimpia de Honduras, San Agustín de Perú, Pachuca de México, Wanderers otra vez y Central Español, donde colgó los zapatos y empezó a dirigir. 

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