EN WEMBLEY

Le tocó el "camino fácil", pero antes de tomarlo tenía una parada muy difícil: Alemania. La selección de Inglaterra superó uno de los escollos más complicados con los que se podía cruzar en la Eurocopa, se impuso 2-0 y está en los cuartos de final del certamen.

El hecho de que su rival saldrá del duelo entre Suecia y Ucrania y que en caso de avanzar en semifinales lo esperan Dinamarca o República Checa es lo que significa para muchos que le tocó el "camino fácil", pero no cabe dudas de que mérito le sobran a este equipo.

Comandado por Gareth Southgate y un recambio que llevó a que el plantel cuente con muchos jugadores jóvenes, Inglaterra sigue dando la nota y lo demostró con el triunfo por 2-0 ante Alemania.

No el fue fácil conseguirlo teniendo en cuenta que el primer gol llegó recién a los 75',  en los pies de Raheem Sterling, pero lo cierto es que jugó el partido como para abrir el marcador mucho antes.

Aunque tampoco se hizo sencillo para el local, ya que se jugó en Wembley, porque pocos minutos más tarde Thomas Müller tuvo el empate en sus pies, pero lo falló de forma poco creíble.

El gol errado por el jugador del Bayern Munich no solo fue un golpe anímico para los germanos, también la muestra de que si Inglaterra no lo liquidaba lo iba a sufrir hasta el final.

Con ese cometido fue el equipo inglés y nuevamente con asistencia de Jack Grealish llegó el segundo gol solo que esta vez fue de Harry Kane que se lanzó de cabeza para marcar su primer gol en la Eurocopa.

Ya no había tiempo para más. Aunque Löw mandó cambios para buscar, al menos, el descuento, el marcador no se volvió a mover y así Inglaterra se metió entre los ocho mejores y el traje de candidato le queda cada vez mejor.