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Ernesto Goñi, el vegano que entró al arco y se convirtió en héroe

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teto y Agustín
Francisco Flores

LIVERPOOL

El zaguero negriazul sintió que debía atajar él cuando expulsaron al arquero, lo hizo y se lució: luego Mehring le regaló su camiseta firmada y sus guantes.

Ernesto Goñi, el defensa de Liverpool, se ha pasado de nota en nota en los últimos días. Es que en el partido frente a Deportivo Maldonado, tuvo que entrar al arco en los últimos minutos por la expulsión de arquero Andrés Mehring.  Atajó el penal y se lució en un mano a mano que permitió mantener la igualdad del negriazul ( 1 a 1).

Pero además se supo que hace un año que es vegano y eso también llamó la atención. El zaguero no estaba dispuesto a hacerlo público, pero desde que se conoció la noticia ha recibido muchos mensajes.

“Se juntaron las dos cosas, lo de arquero y lo otro. Al principio yo no quería hablar mucho del veganismo. Sólo se lo quería contar a amigos, gente conocida, pero me insistieron. Y prendió. Mucha gente me escribió y tuve repercusiones muy buenas. Muchos jóvenes, jugadores y otros deportistas me escribieron para preguntarme. Yo no soy nadie para aconsejar, pero les cuento mi historia y los derivo a algún licenciado”, contó el “Teto” en su apartamento de las viviendas Vicman.

Hace casi un año que se convirtió en vegano y lo hizo más que nada por salud. “Estaba buscando sentirme mejor. Sufría mucho de las articulaciones por el ácido úrico que se acumula en ellas. Me molestaba bastante para entrenar. Además, siempre que me hacía un análisis de sangre el ácido úrico me daba un poco alto. Cuando averigué que sacando la carne que es la que básicamente tiene ácido úrico, probé empecé a sentirme mucho mejor. Más ágil y bajé algunos kilos. No tengo más molestias en las articulaciones ni en el tendón rotuliano donde tenía un dolor grande. Y me había comenzado un dolor en el tendón de Aquiles que me estaba asustando un poco porque justo fue la época en que se rompieron el ‘Chino’ Navarro, Guillermo Reyes y Emiliano Alfaro que hoy es mi compañero. Estoy contento de haber tomado esa decisión”, explicó quien no tuvo en cuenta la posibilidad de ser vegetariano.

“Lo hice de una, elegí el cambio duro y no me costó. Como en casa soy yo el que cocino. A Agustín (su hijo de 10 años) le cuesta un poco pero ya hemos encontrado algunas soluciones. Y como le gustan mucho los animales, lo entiende. Además, no se lo impongo, él elige lo que quiere comer y cuando va a lo de los abuelos come milanesas. Pero los niños comen muy mal y cambiar no es fácil”, agregó. Y pasó a contar sobre la tarde en que se convirtió en el héroe de Liverpool.

paternidad

Dos años a full con su hijo Agustín

Goñi vivió dos años solo con su hijo Agustín porque la mamá del niño tuvo que irse a trabajar a Argentina. Actualmente pasa la mitad del tiempo con él y el resto con su madre. “Tenemos una relación muy linda y él se acostumbró a andar para arriba y para abajo conmigo. Llegó a ir a las reuniones del Más Unidos que Nunca, va a las comidas, a los entrenamientos, a los partidos. Conoce a todos mis compañeros, que lo tratan muy bien. Además, mis padres viven acá cerca y también están los primos. Y la escuela está aquí dentro de la cooperativa de viviendas. Se siente contenido”, contó sobre su hijo que juega bien al fútbol, pero aún no lo hace en un cuadro.

“Fui yo que decidí meterme en el arco y fue raro porque nunca lo hago ni en las prácticas ni en los picados. Apenas atajo cuando me patea mi hijo en la playa o en la canchita de acá de la cooperativa. En ese momento sentí como una sensación de que tenía que ser yo. No sé por qué. Capaz que fue el destino”, relató sobre el partido frente a Deportivo Maldonado.

“Cuando el penal vino Agustín Dávila y me dijo que él conocía a Batista, que abría el pie. Y me ayudó a atajarlo. Ahora voy a pedir para atajar en los picados y le voy a pedir al Gonza Noguera (el entrenador de arqueros de Liverpool) para mejorar e ir arriba a cortar los centros”, agregó bromeando. “Nunca había tenido que atajar en un partido, pero tampoco sentí miedo, ni nada. Estaba muy concentrado. Sentía que si venía la pelota la iba a atajar. Fue increíble como logré sacarla la última pelota porque era un gol casi hecho. Y terminó el partido. Fue la última. Los hinchas atrás del arco estaban sacados de alegría. Corearon mi nombre y Andrés, el arquero, me estaba esperando en el túnel me dijo que lo había salvado y me regaló su camiseta firmada y los guantes”, relató.

“Fue una situación que terminó generando una relación entre la hinchada y el equipo más grande. Como una comunión linda porque ante una situación complicada, ante la adversidad, el equipo sacó otra cosa. Fue más o menos lo mismo que pasó en la final de la Supercopa frente a Nacional. Cuando el equipo se veía cansado y agotado sacó otras cosas y eso al hincha le encanta”, añadió.

vicman

AFORTUNADO. Goñi llegó a Liverpool en el mejor momento del club. Ya habían ganado el Intermedio sacándose una espina que les molestaba hace mucho tiempo. Y con Goñi en la cancha ganaron la Supercopa frente a Nacional. “Todo el mundo decía que a Liverpool le faltaba un título, pero todo es un proceso que lleva años desde que se empezó a trabajar bien en inferiores. También tuvo que pasar por la B, pero ahora ya es normal que Liverpool se clasifique a copas internacionales y que se vendan jugadores a buenos mercados a buen precio para el club. Se sacaron esa mochila y fue un punto de partida. Al llegar encontré un equipo muy sólido de buenos jugadores y me sorprendió la unión entre cuerpo técnico y futbolistas”.

Liverpool, es además un club donde no falta nada. De todas maneras Goñi venía de jugar en Defensor Sporting y Danubio. “No me puedo quejar, cuando regresé al país volví a Racing, después estuve en Torque, donde también se cuenta con todo para el día a día y luego Defensor y Danubio. Me considero un afortunado dentro del fútbol porque tengo colegas de mi edad más o menos que me comentan que cuando el día a día se hace complicado, y siempre falta algo. Eso te va desmotivando y te acelera el retiro”.

Goñi jugó desde 2010 a 2016 en el fútbol argentino, donde defendió a Quilmes, Estudiantes de La Plata y Tigre. Y luego estuvo un año en el Almería de España. Sin embargo, sabe que deberá arrancar para las ocho horas cuando llegue el momento de colgar los zapatos.

“El futbolista tiene la suerte de poder vivir de lo que le gusta, pero conozco muy pocos que se pueden dar el lujo de sentarse en su casa y no trabajar cuando se retiran. No se me ocurre ninguno ahora. Incluso los que más tienen después son entrenadores, gerentes deportivos o ponen un negocio, pero tienen que atenderlo. No creo que sea real eso de que los jugadores nos salvamos y nos podemos quedar a tomar el sol en la piscina. Tendrías que haber pegado un pase importante y tener la capacidad de mover el dinero inteligentemente para vivir y asegurar el futuro de tus hijos. Me refiero al jugador medio, al normal, no estoy hablando de Suárez ni de Cavani”.

el futuro

Se quiere dedicar a ventas o marketing

Tiene 35 años y por ahora no piensa en el retiro. “Ya tengo algunos compañeros que han dejado y somos pocos los que sabemos hacer otra cosas. Cuando termina el período de pases y no te llaman empezás a pensar que vas a hacer y a hablar con la familia. En algún momento llegará”, dijo quien no se imagina como técnico. “Me gustaría seguir en el fútbol pero no me veo como entrenador, no lo siento. No quiero seguir conectado en el día a día. Estudié Administración de Empresas, Marketing y Comercio Exterior. Hice algunos cursos de ventas y eso me gusta. Trabajar voy a tener que trabajar al otro día que deje de jugar”.

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