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La elección de Munúa

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Gustavo Munúa en Boca Juniors-Nacional. Foto: EFE
David Fernández

El técnico eligió a los que patearon los penales en la serie; después, los jugadores tomaron la posta.

La eliminación de Nacional en los cuartos de final de la Copa Libertadores de América a manos de Boca en "La Bombonera" dejó un sin fin de preguntas y respuestas en los hinchas tricolores.

Es que muchas son las críticas que se pueden recibir tras una serie de penales en la que varios factores inciden en el transcurso de ese momento que puede llegar a ser clave para el futuro de un equipo.

Los tricolores igualaron 1-1 en los 90 y al repetirse el resultado del jueves 12 de mayo en el partido que se jugó en el Gran Parque Central, el pasaje a las semifinales del máximo certamen continental de clubes se definió mediante disparos desde los 12 pasos.

Allí fue Boca el que tuvo mejor efectividad y se quedó con la victoria por 4 a 3, resultado que lo metió en las semifinales, instancia en la que ahora espera por el ganador de la llave entre Independiente del Valle y Pumas que se volverán a ver las caras el martes en México tras el 2-1 a favor de los ecuatorianos el martes en Quito.

Momento.

Heber Lopes no dio descuentos en La Bombonera, ni en el primer tiempo y tampoco en el complemento, y el encuentro entre Boca y Nacional terminó 1-1.

La lotería de los penales definiría a uno de los cuatro mejores de América. La tensión, los nervios y las pulsaciones de los protagonistas tenían niveles más que elevados en una cancha que hervía.

Gustavo Munúa y sus colaboradores debían elegir a cinco para que patearan en una serie que definía el futuro del equipo tricolor.

Era todo o nada. El trabajo de un semestre dependía de una tanda de penales.

Y el entrenador de Nacional eligió a los jugadores para esa serie decisiva. El primero lo patearía el capitán Diego Polenta, luego vendría Mauricio Victorino, después sería el turno para Sebastián Fernández, más tarde Gonzalo Porras y por último Santiago Romero.

Polenta, Victorino y Fernández, quien la picó al mejor estilo Sebastián Abreu, convirtieron, mientras que a Porras y a Romero se los atajó el golero xeneize Agustín Orión.

Con la serie igualada con tres goles por bando, la definición pasó a ser con un penal para cada lado.

De ahí en adelante, Munúa no se encargó de elegir a los pateadores; y en un momento clave, cuando la pelota realmente quemaba y la hinchada de Boca se hacía sentir, Felipe Carballo empezó su caminata hacia el arco que daba a la cabecera en la que, en el tercera anillo, tenía a los 3.000 hinchas de Nacional.

Con apenas 19 años, un muy buen presente y un más que prometedor futuro, Carballo pasaba a ser protagonista de una situación límite.

El remate de Felipe tuvo la potencia necesaria, pero fue al medio y Agustín Orión le adivinó la intención. Se quedó casi que parado en donde estaba y le contuvo el penal.

Luego llegó Federico Carrizo para convertir y darle la victoria a Boca con un global de 4 a 3 para avanzar a semis.

No patearon.

Tras el encuentro y la clasificación de Boca, comenzaron las dudas, críticas y preguntas de los hinchas de Nacional.

Es que muchos no se explicaban cómo la responsabilidad había recaído sobre la figura de Felipe Carballo habiendo otros jugadores de más experiencia como para patear ese penal que comenzaría a ser determinante.

Nicolás López, quien ingresó a la cancha en condiciones físicas extremas, no estaba como para patear. Jorge Fucile no se caracteriza por remates desde los 12 pasos pero no escapó a las críticas dada su experiencia. Otro dicen que Esteban Conde, quien atajó dos penales, era el indicado para hacerse cargo, pero no cuenta con antecedentes.

Lo cierto es que Munúa eligió los cinco primeros y luego, los jugadores tomaron la decisión que mejor entendieron en un momento clave como lo es una serie de penales.

Gonzalo Porras.

El primer penal que Agustín Orión atajó en la noche del jueves fue el cuarto de la serie de 5 y el ejecutante tricolor fue Gonzalo Porras, quien tiró al palo izquierdo del golero de Boca que contuvo.

La chance del "Colo".

Santiago Romero pateó el último penal de la serie y si convertía, Nacional pasaba a semifinales. El "Colo" le pegó fuerte contra el palo derecho de Orión, que hizo una notable atajada.

Una atajada clave.

Estaban 3-3 y la serie de 5 penales se había terminado. Felipe Carballo tomó la pelota para patear y la figura de Agustín Orión terminó de hacerse gigante en La Bombonera tras atajarle al volante tricolor.

Una copa que dejó dinero fresco.

La participación de Nacional en esta edición de la Copa Libertadores de América le dejó a los tricolores una importante suma de dinero. Es que tras jugar la fase de grupos, el club embolsó U$S 1.800.000 y al superarla pasó a octavos, que otorga U$S 750.000. Clasificó y al llegar a cuartos recibe U$S 950.000. En total, a Nacional le ingresará la suma de U$S 3.500.000 por su actuación en esta Copa Libertadores.

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Gustavo Munúa en Boca Juniors-Nacional. Foto: EFE

NACIONALENRIQUE ARRILLAGA

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