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Eduardo Vargas, el goleador de la Copa América, se muestra en el escaparate

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Vargas. Empezó de suplente y se ganó el lugar en Chile. Foto: Reuters
HENRY ROMERO

Vargas condujo a Chile a la final con dos tantos que lo situaron como máximo goleador del torneo y que además elevaron su cotización en el mercado, ante su incierto futuro como jugador del Napoli.

Eduardo Vargas condujo a la selección chilena a la final de la Copa América con dos tantos que lo situaron como máximo goleador del torneo y que además elevaron su cotización en el mercado, ante su incierto futuro como jugador del Napoli.

Vargas alcanzó el primer puesto en la lista de artilleros con cuatro goles y llevó a la Roja a la gran final de la Copa veintiocho años después de lograrlo por última vez.

La actuación del delantero en el duelo de semifinales frente a Perú fue determinante y permitió disimular el pésimo partido de Alexis Sánchez, su compañero en el ataque chileno.

Vargas abrió el marcador poco antes del descanso con un gol de oportunista, al rematar en posición dudosa un centro que rebotó en el palo.

Y anotó el 2-1 definitivo en el segundo tiempo con un zapatazo inapelable desde fuera del área, un disparo cruzado ante el que nada pudo hacer el arquero peruano Pedro Gallese.

Fue el partido soñado para Vargas, que llegó a la Copa repleto de dudas y con molestias físicas tras la lesión en los ligamentos que sufrió en abril con el Queens Park Rangers inglés, club en el que militó esta última temporada.

Las buenas actuaciones de Vargas pueden ayudarlo a resolver su futuro y la Copa América se ha convertido en el mejor escaparate.

El Napoli es el dueño de su ficha desde 2012, aunque nunca pudo asentarse en el club italiano ni ganarse la confianza de los entrenadores, primero Walter Mazzarri y después el español Rafa Benítez, nuevo técnico del Real Madrid.

El chileno ha pasado los últimos tres años cedido en equipos distintos, pero en ninguno ha logrado afianzarse ni convertirse en imprescindible.

En 2013 jugó en el Gremio de Porto Alegre brasileño con un balance de 36 partidos disputados y diez goles anotados.

A principios de 2014 llegó al Valencia en el mercado de invierno del fútbol español y disputó el segundo tramo de la Liga y la Liga Europa, aunque el club decidió no ejercer la opción de compra sobre el jugador por su elevado precio.

Rafa Benítez seguía sin contar con él en Nápoles y la siguiente estación del periplo de Vargas fue el Queens Park Rangers inglés, recién ascendido a la Premier League y controlado por un magnate malasio.

La temporada fue un fiasco y culminó con el descenso del club, que hace algunas semanas anunció el retorno de Vargas al Napoli, ahora entrenado por Maurizio Sarri.

La explosión internacional de Vargas se produjo en 2011 en la Universidad de Chile, dirigida entonces por el argentino Jorge Sampaoli, actual seleccionador chileno.

La U ganó ese año la liga chilena y la Copa Sudamericana, el primer título internacional en la historia del club, con Vargas como máximo goleador.

Desde entonces, Vargas ha sido uno de los futbolistas predilectos de Sampaoli, que lo ha llamado siempre a la Roja y le ha asignado un puesto fijo en la delantera.

Y el ariete ha contestado con goles la confianza del entrenador al convertirse, con veinte dianas, en el máximo artillero del equipo desde que Sampaoli se hizo cargo de Chile.

Cuando finalice la Copa América el futbolista regresará a Nápoles para dirimir, una vez más, su futuro. Está por ver si la pólvora que ha exhibido en la Copa le sirve para reivindicar definitivamente su lugar en Italia o si sigue su carrera de trotamundos.

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Vargas. Empezó de suplente y se ganó el lugar en Chile. Foto: Reuters

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