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Algún día podrá ir a ver a Pep

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Almada movió cielo y tierra en mayo de 2013 para conseguir una invitación para asistir a una charla que Pep Guardiola iba a brindar en Buenos Aires, y no lo consiguió.

LUIS EDUARDO INZAURRALDE

Eran tiempos en los que el español disfrutaba su año sabático y el mundo entero, los del fútbol y los que están por fuera, veía como una oportunidad única para escuchar a un elegido.

En ese momento, lejos de desmotivarse, encontró una buena razón para entusiasmarse y mostrar su carácter: "Tengo varias charlas de él en video".

En cierta forma, eso que le sucedió al "Pep" uruguayo —como lo "bautizó" Jorge Savia, por el estilo de juego que propone—, refleja su forma de encarar y de pelearla en el fútbol. Desde hace cuatro años dirige a River; hace campañas que se lleva los aplausos; se habla de su salida a Nacional, a Peñarol, al exterior, pero vuelve al Saroldi.

Desde hace cuatro años se preocupa más por aprender a vivir renovando planteles que de tener uno afincado. Desde hace cuatro años está en el Prado y su equipo tiene 59,8% de efectividad, marca envidiable para tan largo período en un equipo chico. Algún día el fútbol lo va a recompensar con algo más, y podrá ir a ver a Guardiola.

El análisis

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